España

El Congreso expresa su frontal rechazo al referéndum catalán

Mariano Rajoy, durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso.
photo_camera Mariano Rajoy, durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso.

Reprueba las invitaciones al diálogo del Govern porque no son tales y solo buscan la "fractura"

La mayoría del Congreso, gracias a la posición común del PP, PSOE y Ciudadanos, expresó ayer su rechazo a la celebración, el próximo 1 octubre, de un referéndum sobre la independencia de Cataluña y reprobó las invitaciones al diálogo del Govern porque no son tales y buscan la "fractura". Ese rechazo se verá hoy cuando se vote la moción que el PDeCAT, el partido del presidente catalán, Carles Puigdemont, llevó ayer a debate en el pleno del Congreso.
Moción que pide a la Cámara respeto a la consulta del 1 de octubre, la fecha establecida por la Generalitat para hacerla, aunque el Gobierno de Mariano Rajoy destacó que no tendrá lugar por cuanto es ilegal. Precisamente Puigdemont envió una carta a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, en la que pide ir a la Cámara a debatir su propuesta con los grupos parlamentarios, aunque pide también que ésta no se vote.


El PP, por medio de José Antonio Bermúdez de Castro, consideró esta última exigencia "una falta de respeto" al Congreso, así como "una imposición" más en el "desafío soberanista" en el que se ha embarcado la Generalitat con la única finalidad de romper "la legalidad y la convivencia". De hecho, a tenor de lo que manifestaron ayer los grupos, si esa propuesta se votara, ganaría el "no". Porque PP, PSOE y Cs coincidieron en el rechazo a la misma y en ocasiones dieron argumentos similares.

Ocurrencia socialista

Así, Bermúdez de Castro reprochó la pretensión de negociar los términos de un referéndum que "saben que es ilegal" y no ampara ni el derecho nacional ni el internacional. También criticó al PSOE por "la ocurrencia" de identificar España con "una nación de naciones", algo que achacó al "cálculo político" del nuevo secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez.


Lo que ve el PP en los planes de Puigdemont es el final del Estado de Derecho, y por ello, sentenció: "No hay libertad ni democracia sin respeto a la ley". En este argumento coincidió la diputada socialista Meritxell Batet, cuya intervención fue muy aplaudida por la bancada del PSOE. De la moción del PDeCAT defendió dos puntos: la petición de convocar la Junta de Seguridad entre las administraciones estatal y catalana y la convocatoria de 500 plazas para nutrir la plantilla de los Mossos, en vez de las 50 que defiende el Ministerio de Hacienda. 


Pero en el resto de su intervención expuso argumentos en contra de la consulta, con la que los partidos catalanes que la promueven no quieren ni diálogo ni democracia, según sus palabras. Al contrario: "Lo único que están deseando es que haya fuerza y violencia" para cortar las vías hacia la independencia, pues es "lo único que en estos momentos" podría legitimar las posiciones de PDeCAT, ERC o CUP.


Opuesto frontalmente al referéndum está también Ciudadanos, cuyo secretario general, José Manuel Villegas, que se ha referido siempre al PDeCAT como "Convergència" (su antiguo nombre), ha acusado a esta formación de "liarse la estelada en la cabeza y embarcarse en un viaje a ninguna parte" únicamente para tapar su "corrupción, los recortes y la mala gestión" y llevar a Cataluña a la "fractura". 

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