crisis socialista

Caos en un PSOE en ‘guerra civil'

La batalla entre "las familias" socialistas se libra también en la puerta de la sede de Ferraz.
photo_camera La batalla entre "las familias" socialistas se libra también en la puerta de la sede de Ferraz.

Dos facciones, los “susanistas” de la andaluza Susana Díaz, y los “sanchistas” de Pedro Sánchez, enfrentados ya hasta sus últimas consecuencias, pugnan por el control -en todos los sentidos- de la sede de Ferraz.

No recuerdan los más viejos de la parroquia socialista nada parecido en los 137 años de vida de partido. Ni en la actitud de “enroque” de Pedro Sánchez, “atrincherado” en la sede central del PSOE y dispuesto a todo por no perder el control, ni en la virulencia con la que los críticos se han organizado para estirpar, mediática y políticamente, al actual secretario general. Todo ello con los balcones abiertos a la calle, y contado en directo por los medios de comunicación. Unos medios que, en medio del caos y el ambiente hostil que invade la sede del partido, han sido señalados por los leales a Sánchez como el enemigo: “algunos ni siquiera podemos entrar a por nuestros abrigos desde el martes”; es la queja de periodistas que llevan años cubriendo la información desde la sede del PSOE y cuya entrada ahora ha sido prohibida por lo que llaman el “comando Luena”, en alusión al núcleo duro de leales a Sánchez, encabezado por el secretario de Organización, César Luena, a quien se le atribuye la planificación y ejecución de la estrategia del todavía secretario general del partido.
Días extraños para la militancia del PSOE. Las calles de Ourense, en realidad las de toda España, fueron ayer buen termómetro de lo que vive la militancia socialista en España. “Jamás pensé que Pedro Sánchez llegaría a esto, no me lo imaginaba así cuando llegó, capaz de comportarse tan egoístamente”, decía en el café un veterano afiliado que rondaba los 70. Dos barras más atrás, otro simpatizante más joven que se reconocía exvotante del PSOE, arengaba a los presentes con pasión: “¡deberían desalojarlos por la fuerza!”. Menos pasional y, quizá votante de Rajoy, una señora se sumaba a la tertulia frente a televisión, durante un directo desde Ferraz: “Por la fuerza, precisamente, le llegará de vuelta el golpe a la andaluza”, en alusión a Susana Díaz.   
Es el termómetro de la guerra abierta entre las dos facciones que luchan por el poder, los “sanchistas”, que solo conceden legitimidad de gobierno a los “supervivientes” de la Ejecutiva Federal -fueron 18 dimisiones de un total de 35 miembros-, y los “susanitas” creen que solo Verónica Pérez es la autoridad del partido, por ser la presidenta del Comité Federal.
La grave crisis del PSOE que mantiene asombrada a la opinión pública se vislumbra también en los pequeños detalles. Dos llamaron ayer poderosamente la atención a los observadores más audaces: los trajes de Pedro Sánchez y la limpieza en la web del PSOE. El secretario general del partido abandonó ayer Ferraz con un muestrario de su perchero personal: varios trajes y camisas, camuflados por sus asistentes en el coche oficial; algo de inmediato interpretado como una suerte de "mudanza", ya que es tal inestabilidad en el partido que nadie que sale de Ferraz parece tener la seguridad de que podrá volver: ninguno de los dimisionarios ha sido autorizado para entrar a recoger sus enseres personales en sus despachos.
Tampoco se puede pasar por alto la limpieza en la web del PSOE. Luena se apresuró ayer a dar instrucciones a los suyos para que eliminaran a todos los críticos de la “home” de la web oficial del partido y sustituyeran parte de los contenidos por una gran foto de Pedro Sánchez y un mensaje a la militancia, “celebremos el congreso para que el PSOE tenga una única voz”, algo que no ha dejado de repetir en los últimos días. 
Frente a la acalorada defensa de legitimidad que proclaman los "sanchistas", asoma la voz de los "susanistas" que, alineados con su líder, pero también con el discurso del expresidente Felipe González y otros históricos del PSOE, exigen al partido que solucione sus problemas democráticamente en un Congreso, pero que antes permita que España tenga un gobierno; es decir, exigen a Sánchez que cese en su "no es no" y se abstenga para que Mariano Rajoy pueda gobernar  el paçis en minoría y deshacer el azaroso bloqueo político que sufre España.n
 

Te puede interesar