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Víctima de su dorsal

David Costas, durante un entrenamiento de esta semana entre Berizzo y Nemanja Radoja.
photo_camera David Costas, durante un entrenamiento de esta semana entre Berizzo y Nemanja Radoja.

David Costas, descartado una vez más por Berizzo, tampoco puede jugar con el Celta B

El inicio de temporada no está resultando sencillo para David Costas. Con sólo 19 años, cuando acumular minutos y experiencia es tan importante para un futbolista, el central chapeleiro se queda sin jugar semana tras semana. Porque a día de hoy es el cuarto central para Eduardo Berizzo, que ayer lo dejó por tercera vez en otras tantas jornadas fuera de la convocatoria, y porque tiene ficha con el primer equipo, con lo cual no puede reforzar el filial ni siquiera cuando no está entre los dieciocho elegidos por el técnico argentino.
David Costas es víctima del salto posiblemente prematuro que dio la temporada pasada de la mano de Luis Enrique Martínez. El asturiano sorprendió a propios y extraños apostando como titular desde la tercera jornada por un prometedor  defensa que estaba todavía en edad juvenil en detrimento de Gustavo Cabral. El canterano disputó catorce partidos en la primera vuelta del curso pasado, pero aunque mostró maneras fueron muchos los partidos en los que se le notó falto de cocción, algo normal a su temprana edad.
Costas acabó perdiendo el sitio en el once y en el año 2014 sólo disputó tres partidos con el primer equipo: en la 21ª jornada contra el Betis en Balaídos (4-2), en la 29ª ante el Málaga también sobre el Lagares (0-2) y en la intrascendente última jornada, en la que el Celta cayó 2-1 con el Valencia en Mestalla. El propio jugador, tras consultarlo con su familia, acabó proponiendo a Luis Enrique la posibilidad de reforzar el filial cuando no estuviese entre los dieciocho elegidos para los partidos del primer equipo. Tanto el técnico como los responsables del club asumieron tal propuesta con agrado y alabaron el compromiso con el club del jugador, que acabaría disputando media docena de encuentros con el Celta B, aunque no pudo evitar su descenso a Tercera División, corregido más tarde por la entidad en los despachos.
Este verano, el Celta se quedó con Fontás –que no fue repescado por el Barça aunque el conjunto blaugrana tenía tal opción–, renovó a Cabral y fichó a Sergi Gómez. Mucha competencia para una de las perlas de la generación del 95, que tal y como cabía esperar ha comenzado la temporada como cuarto central para Berizzo. El técnico no le ha incluido todavía en ninguna lista de convocados y ayer fue, de hecho, el único descarte técnico, además de un Madinda que no ha podido entrenar con el equipo en dos semanas por sus compromisos con la selección de Gabón.
El caso es que, por edad, Costas podía jugar perfectamente con el Celta B en una categoría compleja como la Segunda B en la que apenas tiene experiencia. De hecho, todos los defensas utilizados hasta la fecha por Fredi son mayores que él excepto Samuel Araújo, cosecha también de 1995. Completan la lista David Goldar (1994), Jonathan de Amo (1990), Pablo Crespo (1994), Kevin (1993) y Álvaro Casas (1994). Mientras ellos juegan, David espera una oportunidad que a día de hoy parece lejana.

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