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Sole Castro se inmortaliza

Soledad Castro posó junto a la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, bajo el letrero con su nombre en el pabellón.
photo_camera Soledad Castro posó junto a la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, bajo el letrero con su nombre en el pabellón.

Mos rebautizó con el nombre de su atleta más destacada al Pabellón Pena de Francia

El pasado domingo por la tarde, el municipio de Mos rindió homenaje en el Pabellón Pena de Francia a Soledad Castro Soliño, desde ya su pabellón. El ayuntamiento de la localidad, con la alcaldesa Nidia Arévalo a la cabeza, rebautizó el polideportivo con el nombre de su atleta más destacada, que lleva muchos años propagando el nombre de su pueblo por el mundo.
Castro nació en 1965 y tras empezar a jugar al fútbol, se pasó al atletismo a los 19 años. Pasó por Celta y Comesaña Sporting Club, pero no fue hasta una edad avanzada cuando empezó a despuntar con magníficos resultados. Fue campeona del mundo de media maratón y de atletismo de montaña para mayores de 50 años, campeona de Europa y del Mundo de veteranos en los 10.000 metros y campeona de Europa de media maratón para mayores de 35 años. Un historial al que Mos respondió otorgándole en 2006 la Medalla al Mérito del Concello, además de aprobar por unanimidad ponerle su nombre a un pabellón.
El acto, que contó con una nutrida presencia de público, así como de la alcaldesa y varios concelleiros, fue sencillo a la vez que emotivo. "Agardo que este pavillón siga a ser unha ilusión forxada e nutrida por deportistas e non deportistas que o manteñan sempre", deseó Castro, que orbitó su discurso sobre el eje del agradecimiento: "Hai unha meta que nunca poderei traspasar: a do agradecemento".
La atleta recordó que su abuela siempre le contaba que de muy pequeña ganó a otros niños en una carrera por una peseta. "As pesetas caducaron, pero o espírito que empurra as pernas segue aí", sentenció.
"Crin e creo no atletismo. A min gústame correr, competir e gañar. E ser rival ó mesmo tempo que compañeira", prosiguió Castro en un precioso discurso en el que reivindicó el atletismo en general y el fondo en particular.
La atleta remató con el reconocimiento de la dificultad de "condensar nun discurso tantas vivencias" deportivas. "É máis doado correr unha media maratón", concluyó visiblemente emocionada.

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