El piragüista del Kayak Tudense se muestra entusiasmado por los dos oros conseguidos en el Mundial sub-23
Entusiasmado. Así se muestra Roi Rodríguez después de los dos oros conseguidos en las pruebas de K-1 1.000 metros y K-4 1.000 metros del Mundial sub-23 de piragüismo en aguas tranquilas, disputado en la localidad portuguesa de Montemor O Velho. "Esperaba hacerlo bien pero otra cosa muy diferente es haber logrado mis metas, porque en ello influyen muchos factores externos", explica el vigués. Con estos resultados, el piragüista del Club Kayak Tudense aumenta a tres su cosecha en competiciones internacionales.
De los dos oros, Roi Rodríguez no se decanta por ninguno de ellos. "Para mí, las dos medallas tienen el mismo valor. No me quedo con ninguna por encima de la otra, porque para las dos trabajé mucho y es un orgullo ser campeón mundial en ambas".
Por si no fuera suficientemente difícil competir en el Mundial, Roi Rodríguez tuvo que enfrentarse desde la tarde del viernes a unos dolores de cabeza intensos. "Según el médico de la selección tuve un golpe de calor y de ahí me venían los dolores de cabeza. Durante la prueba no me afectó, pero antes y sobre todo después, sí que me encontraba más cansado", explica.
El deportista del Kayak Tudense por ello no se veía como favorito en la final individual. "Cualquiera podría haber ganado. El australiano Bain y el checo Vesely fueron mis rivales más duros". Unos contrincantes a los que no conocía de otras competiciones, a pesar de disputar el Europeo sub-23, en el que fue oro, el año pasado. "Nunca conoces bien a tus rivales porque con el tema de la edad siempre aparecen nuevos competidores".
Con todo, el palista vigués asegura que en la prueba de equipos, en la que formaba cuarteto con Marcus Walz, Juan González y Albert Martí, le costó más alcanzar la presea dorada. "El K-4 fue más díficil por el viento, lo que hizo la regata más larga. Además, se decidió por muy poco, 40 centésimas que nos separaron de la embarcación de Hungría" comenta.
Tras este gran resultado, Roi Rodríguez no descansa, ya que el 19 de agosto comenzará a competir en Milán, en el K-1 500 del Campeonato Mundial absoluto. Para la prueba, Roi tiene grandes esperanzas, "espero hacerlo mejor que en el Europeo", un campeonato continental en el que quedó sexto. "Será difícil porque hay mucho nivel pero si tengo suerte espero conseguir una medalla". Sus principales rivales, al igual que en la cita europea, serán el danés René Poulsen y el alemán Tom Liebscher.
Para llegar con la mejor forma posible, al piragüista le quedan cuatro semanas de intenso trabajo. "Prepararemos ejercicios específicos para una prueba más corta. Dos semanas de entrenamientos fuertes y dos de puesta a punto para la competición", relata.
Pese a competir en Milán en una distancia no olímpica, Roi Rodríguez espera participar en los Juegos de Río. "Dependerá del resultado de mi compañero Paco Cubelos. Si queda entre los seis primeros europeos conseguirá plaza directa para el país, si no nos la jugaremos en el Europero del año que viene".
Con todo, el vigués no se cierra exclusivamente a la prueba individual, ya que también espera tener posibilidades en el resto de embarcaciones, K-2 y K-4, si consiguen clasificarse para la cita olímpica.n
