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"Quiero dormir tranquilo", dice Carlos Álvarez

El presidente del C.D. Bosco, Carlos Álvarez, vivió el día previo al inicio liguero en el Círculo de Empresarios de Galicia. Álvarez fue uno de los encargados, junto al presidente del Parlamento gallego, Miguel Ángel Santalices, de presentar la exposición de Moncho Borrajo "Toda una vida".
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El nuevo presidente afronta su primera temporada completa al mando del C.D. Bosco, en el vigésimo aniversario de su refundación

Para Carlos Álvarez la que hoy comienza será la primera Liga que inicia como presidente tras acceder al cargo en la recta final de la campaña anterior por el fallecimiento de Paco Araújo. "Quiero dormir tranquilo", asegura. Esa frase tiene numerosas acepciones. No es lo mismo ser vicepresidente que llevar a la espalda el peso de la historia del baloncesto femenino.
Álvarez y Araújo son incomparables, aunque sí fueron complementarios. El nuevo presidente siempre dijo que se iría cuando Paco lo dejase; Araújo no quería seguir al mando en 2016 y había pensado en que Álvarez tomase el testigo. Al final así ha sido aunque el guión se escribiese con triste final.
No es esta la Liga del Celta ni la de Cantero. Es la del presidente. Aunque sea el menos 'presidencialista' de cuantos han ocupado ese cargo. De repente, ha tenido que cerrar un presupuesto "un 30% superior al del año pasado" porque ha entendido que era el momento natural para profesionalizar las estructuras del club. "Quiero dormir tranquilo". Otra explicación para su frase. Y ha adaptado el club a las nuevas exigencias de las leyes.
También ha logrado renovar el patrocinio principal (Zorka) y ha dado entrada a cuatro nuevos directivos. "Quiero uno más", asegura. Y preferiblemente mujer. Cuantas más visiones distintas del mismo problema, más posibilidades habrá de encontrar la mejor solución. Así, la savia nueva urge cuando una entidad deportiva mueve tantas fichas federadas entre élite y base. Los que entran pagarán en algunos momentos la inexperiencia como paso natural a su plena formación como dirigentes, pero aportan más solidez a un club que este verano cumplió veinte años de vida. El Club Deportivo Bosco se refundó en julio de 1996, tras cinco años sin actividad.
Curioso. El vigésimo aniversario, oportunidad para seguir vendiendo la marca Celta Zorka, no se ha celebrado. De 1996 no quedan directivos. Y Álvarez bastante tiene con batallar con el presupuesto más alto y añadirle la lógica de querer crecer deportivamente después de cuatro años en la segunda categoría. "Aún tenemos mucho que trabajar durante la temporada", explica. Porque las subvenciones de las administraciones llegan cada año pero no van paralelas a los tiempos de pago de una temporada deportiva y hay "dos o tres meses" en los que la junta directiva necesitará soluciones imaginativas y más recursos atípicos.
"No le voy a meter ninguna presión al equipo. Nuestra ilusión es alcanzar la fase de ascenso, nada más. Pero los rivales se han reforzado y el año pasado partíamos con el objetivo de alcanzar la fase e hicimos una primera vuelta muy mala", explica.
El hombre que consiguió que PSA Peugeot Citroën apostase de nuevo por el baloncesto femenino (primero con Riera, luego con Ianni) tiene por delante años para preparar al Bosco para el regreso a la élite, la meta final del baloncesto vigués por definición desde que en 1965 ascendió el Estudiantes a la élite para convertirse en Celta en 1969. Con esta campaña 2016/17, el Bosco cumple 19 temporadas denominándose Celta desde que en 1998 la SAD accedió a ceder el nombre. 
Es decir, tantas campañas como las que existió la sección de baloncesto femenino del Real Club Celta (19, de 1969 a 1988). "Quiero dormir tranquilo". Traducción: sabiendo que el club tiene futuro. n

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