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Cuatro puntos de 12 ante rivales directos

El Celta tenía marcado en rojo el tramo de competición que abarca desde el 29 de enero hasta el 5 de marzo, siete jornadas en las que el equipo celeste se iba a enfrentar a seis rivales directos en la lucha por conseguir una plaza para competición europea, y un partido más ante Las Palmas, que este curso pelea por  mantener la categoría.
Pasado ya el ecuador de este minicampeonato, los números no son demasiado alentadores para el conjunto que entrena Juan Carlos Unzué, que sólo ha conseguido sumar cuatro de los doce puntos que se han puesto en juego.
Y eso que el Celta empezó la travesía de la mejor manera, con una victoria en Balaídos sobre el Betis (3-2) que, pese a lo ajustado del marcador, dejó buenas sensaciones en el equipo vigués. Dos goles de Aspas y uno de Maxi Gómez dieron una ventaja de 3-1 a los célticos frente al cuadro sevillano, en el que Sergio León había marcado el 2-1. Ya en el descuento, Guardado hizo el 3-2 pero no puso en peligro el triunfo de los de Unzué. Sin embargo, a partir de ese momento el Celta ha ido cuesta abajo. Primero perdió con justicia en Mendizorroza ante el Alavés (2-1), después sólo fue capaz de cosechar un empate frente al Espanyol (2-2) en Balaídos, a pesar de dominar casi todo el encuentro, y, por último, encajó la alarmante derrota del pasado lunes en el campo del Getafe (3-0).
Los malos resultados no han apartado al cuadro celeste de la pelea por Europa, pero deberá mejorar para intentar sumar más puntos en los tres encuentros que le quedan antes de visitar al Atlético de Madrid: este sábado ante el Eibar y, a continuación, contra el Girona y la UD Las Palmas. 

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