Demostró que tiene condiciones para el toque, para la conducción, para el pase largo y para llegar a la meta rival
Era su primer partido como titular en Balaídos, la presentación más seria ante una afición deseosa de ver las bondades de un futbolista casi desconocido y que, hasta la fecha, apenas había dejado perlas de calidad. Eduardo Berizzo le quiso dar ya un partido y el argentino-chileno respondió no con una actuación redonda, pero sí demostrando que tiene muchas virtudes que ofrecer al equipo.
Fue el más activo de los volantes y quiso siempre el balón. Cometió errores, bien es cierto, aunque siempre intentando romper la correosa defensa rival con más atrevimiento. Demostró que está capacitado para el toque –dio el pase de gol a Larrivey en el primero–, para la conducción, para el pase largo e, incluso, para la finalización. De hecho, fue el céltico que más tiró a portería, pese a que careció de suerte en esta faceta. Tanto por lo que hizo como por lo que promete, Pablo Hernández ya está aquí.n
