CELTA - AJAX

El plan rotatorio da un punto

Los jugadores del Celta celebran con algarabía el gol de Fontás, que en la primera parte dio una lección de cómo leer el partido.
photo_camera Los jugadores del Celta celebran con algarabía el gol de Fontás, que en la primera parte dio una lección de cómo leer el partido.// JV Landín

El Celta vuelve a cambiar su versión en Europa y empata con el Ajax tras un igualado partido con cuatro grandes goles

El Celta, una pizca experimental en nombres, sigue invicto en Europa y segundo de grupo tras un duelo equilibrado con el Ajax, más reconocible para sí mismo, que desequilibraron cuatro grandes goles. Dos veces se vio por debajo y dos veces empató. Todo suma. Y Berizzo sigue su plan rotatorio.
Imaginar el fútbol y tener el resuello y la mecánica para hacer lo que imaginas. He aquí la cuestión. La que durante muchos minutos trató de cuadrar ayer el Celta ante el Ajax, ese equipo limpio, liviano, joven, ligero... Y la cuadrátura tuvo dos puntos de partida: el de las cabezas de Fontás y Guidetti y el de los pulmones del resto de sus compañeros. Central y delantero supieron ver el partido como un libro abierto, con el interlineado claro y generoso, sin borrones. Sus compañeros siempre pusieron la intención y la pelea para, en las mayoría de las ocasiones, proteger el balón más que golpearlo. La búsqueda del punto de coincidencia entre las dos vertientes entretuvo un choque alejado de las áreas, codificado para sólo unos pocos, los iniciados.
De entrada, los célticos echaron de menos a sus vecinos. No siempre son ideales, pero los conoces. El Ajax, mientras tanto, hizo gala de buena vecindad, la que le da a su once la reiteración en los últimos existosos encuentros. Porque Eduardo Berizzo envida a la grande. Si rota, rota. Y volvió a hacerlo en Europa, sin pudor. Rubén 
–como estaba anunciado– y Lemos –que no lo estaba y jugando además en la línea de tres en ataque–, en el once. Y si en la grada ya había cuatro de los más habituales –la forma políticamente correcta de decir titulares–, en el banquillo otros dos (Jonny y Wass) y grandes nombres como los de Giuseppe Rossi o Fabián Orellana.
Acomodarse a los vecinos lleva un tiempo. El que le llevó al Celta conseguir que su circulación de balón se acomodase a lo necesario. Enfrente, el Ajax practicaba su fútbol límpido, pero suficientamente físico donde tiene que serlo. Tiraba líneas sobre el césped con tanta dosis de academicismo que llegó a tener un deje de contemplación. El delantero saca a los centrales, los interiores se disparan verticalmente -la verticalidad asesina de Klaasen es digna de elogio-, el pivote ordena... Todo correcto.
Los minutos iban pasando con disparos desde fuera del área como único argumento de finalización y siempre del lado celeste.Pero la sencillez de la que bebe el mejor fútbol no aparecía cuando tenían el balón los dos mediocentros celestes, Tucu y Radoja, sino cuando lo tenía Fontás. Y la sensación de peligro no aparecía cuando Señé, encomiablemente esforzado, recibía de espaldas, sino cuando lo hacía Gudetti. Fontás y Guidetti. El catalán puede tener dudas de que su físico llegue a donde llega su visión de juego, pero no de que la segunda sigue siendo especial, como acabó demostrando al capitalizar la salida de balón celeste en la primera parte. El sueco siempre quiere hacer jugar tanto como jugar porque solo no se divierte.
El fútbol quiso que Fontás fuese actor principal en los dos goles de la primera parte. En el del Ajax fue protagonista sobrevenido de un saque de esquina a favor y continuación no solucionado por los célticos al borde del área rival, donde deben morir todas estas jugadas. No lo hizo y a Fontás el físico no le dio para apagar el fuego en el centro del campo. La potencia de Dolberg lo desbordó, al igual que la calidad de Ziyech bastó para desembarazarse de Radoja primero y marcar después ya dentro del área.
Con más posesión, el Celta empezó a buscar la espalda de Gudelj, el pivote holandés. Entre otras cosas, porque Sisto y su condición de diestro anulaban la banda izquierda y Lemos no acababa de entrar en juego en la derecha. En una de éstas, una falta a mitad de campo holandés sí permitió ver una virtud del santiagués: es buen centrador. Puso un buen balón en el área y Fontás, de espuela, marcó por encima de Onana.
Como la segunda parte comenzó con el Ajax más activo, Berizzo movió su ataque. Apostó por la  añorada ubicuidad ofensiva de Orellana y cuando el chileno todavía estaba cuadrando sus pulsaciones con las del partido y con las del demasiado espídico Sisto, preparó la salida al campo de Rossi. 
Pero en ese intervalo, el equipo  se rompió. La defensa no siguió el ímpetu del resto del equipo y el Ajax encontró ese espacio delante del cuarteto defensivo. Roncaglia pudo salir a pelear el balón al límite pero prefirió recular y esperar. Y la calidad individual de Younes hizo el resto: conducción, recorte con el exterior hacia su derecha, golpeo y gol. Un manotazo duro que un Celta con más intención que claridad y que había perdido la clarividencia de Fontás desde atrás acusó. Salió Rossi por Guidetti y se perdió la referencia arriba. Antes de que Wass saliese por Tucu para dar oxígeno, Roncaglia pudo empatar en un cabezazo totalmente solo en el centro del área.
Sin funcionamiento grupal claro, quedaba la baza de una individualidad. Y apareció Orellana, ese futbolista que tiene en el Celta su hábitat. Conducción al borde del área y golpeo con la zurda con una preciosa curva que acabó en gol. Un monumento al espacio-tiempo. Y un empate que mantiene al Celta segundo de grupo e invicto.

Celta:
Rubén Blanco; Facundo Roncaglia, Sergi Gómez, Andreu Fontás, Carles Planas; Nemanja Radoja, Pablo 'Tucu' Hernánmdez (Daniel Wass, m.75); Álvaro Lemos (Fabián Orellana, m.62), Josep Señé, Pione Sisto; John  Guidetti (Giuseppe Rossi, m.71).
Ajax:
Onana; Veltman, Sánchez, Viergever, Sinkgraven; Klaasen, Gudel, Ziyech (Bazoer, m.76); Traoré, Dolberg, Younes (Cassierra, m.76).
Goles:
0-1, m.21: Ziyech; 1-1, m.28: Fontás; 1-2, m.71: Younes; 2-2, m.82: Orellana.
Árbitro:
Ivan Kruzliak (SVK). Amonestó al local Planas y a los visitantes Veltman, Sánchez, Sinkgraven y Gudelj.
Incidencias:
Partido disputado en Balaídos, con 22.000 espectadores en las gradas. 

Te puede interesar