Con el ascenso del Valladolid, consumado el pasado sábado, queda definida al completo la Primera División de cara a la temporada 2018/2019, en la que el Celta tendrá que recorrer muchos menos kilómetros para medirse a sus 19 rivales.
Básicamente, porque uno de los tres conjuntos descendidos es la Unión Deportiva Las Palmas, lo que evita el desplazamiento más largo con diferencia: 1.684 kilómetros. Tal reducción compensa que otro de los que ha bajado a Segunda sea el hasta ahora rival más cercano geográficamente hablando, el Deportivo de A Coruña.
Con los tres ascensos –Huesca y Rayo Vallecano de forma directa y Valladolid en la fase– y los tres descensos –a los mentados Las Palmas y Deportivo se suma el también lejano Málaga– cerrados, al equipo vigués le queda una planificación de viajes con 1.000 kilómetros menos que el pasado ejercicio.
La Liga contará el próximo curso con cinco equipos de la Comunidad de Madrid –Real Madrid, Atlético, Rayo Vallecano, Leganés y Getafe–, cuatro del País Vasco
–Athletic, Real Sociedad, Alavés y Eibar–, tres de Cataluña –Barcelona, Espanyol y Girona–, otros tres de Valencia –Valencia, Levante y Villarreal– y dos de Andalucía –Sevilla y Betis–. La nómina de veinte se completa con un representante de Aragón, el recién ascendido Huesca, otro de Castilla León, el también recién llegado Valladolid, y uno de Galicia, el Celta.
Es decir, queda un mapa con tres grandes centros neurálgicos –Madrid, País Vasco y la costa mediterránea–, una gran ciudad con dos equipos –Sevilla– y tres conjuntos que van por libre: Celta, Huesca y Valladolid. Este último desplazamiento es uno de los históricos de la afición celeste, con grandes recuerdos como el triunfo que permitió el milagro de la salvación hace cinco temporadas.n
