Milucho, que sigue a Brais desde los 5 años y lo llevó al Villarreal, resalta su madurez por encima incluso de su calidad
La edad de 20 años, 8 meses y 14 días es buena para debutar en Primera División. En realidad, cualquiera lo es. Pero para Brais Méndez (Mos, 1997), el 21 de septiembre de 2017 quedará en su memoria de por vida. Ante el Getafe, Juan Carlos Unzué, técnico del Celta, sorprendió incluyendo en el once inicial al joven futbolista del filial celeste en el centro del campo, cumpliéndose así un trascendente capítulo más en una trayectoria que apuntaba muy alto desde la más tierna infancia.
Por ejemplo, cuando con el Santa Mariña acudía a Samil a las escuelas municipales de fútbol que lleva Belarmino Alonso 'Milucho'. Con apenas cinco años, ya le entró por los ojos a un técnico que iba a ser clave en su trayectoria. "En aquel Santa Mariña tenía compañeros de primer nivel, como Yelko Pino o Rubén Blanco, pero a mí me gustaba más que ninguno. Tenía una zurda de oro, veía muy bien el fútbol y, a pesar de su corta edad, era muy competitivo", rememora el veterano entrenador.
De aquel tiempo, Milucho recuerda que tras arrasar con el Santa Mariña en la primera categoría de Biberones (5 años), a la temporada siguiente hizo que dicho equipo no pasase por la segunda de Biberones y pasasen ya a prebenjamines. "Quería que aprendiesen a perder también. En esas edades, los saltos de categoría son muy notorios, pero aún así ganaban partidos", afirma.
Por entonces, Belarmino Alonso empezaba a ejercer como ojeador del Villarreal, puesto en el que continúa. Y no dudó en que Brais fuese su primera apuesta. "Estuvo una semana con sus padres conociendo aquello y no lo dudaron", rememora. Estuvo en tierras levantinas dos años que moldearon el fútbol pero, sobre todo, el carácter del incipiente futbolista. Un carácter que demostró cuando, en contra del criterio del Villarreal, de Milucho y hasta, en parte, de sus progenitores decidió regresar a casa.
"Le pudo la morriña. El Villarreal lo quería, pero no hubo manera de convencerlo. En ese momento, me fastidió, siendo sincero. Allí dejó amigos, pero esa decisión demuestra que es una persona que sabe lo que quiere", analiza. El Celta lo esperaba y aquí fue creciendo desde la categoría cadete hasta debutar el pasado jueves con el primer equipo: "Verlo en el once me llenó de alegría".
Con el riesgo que supone pero también con su sabiduría futbolística, Milucho se atreve a pronosticar que "la madurez que tiene le va a permitir estar mucho tiempo en la élite. Será un muy buen jugador de Primera. Lo de llegar a los grades, ya depende de más factores".
Mendilibar: "Tal vez el Celta tenga más necesidad de ganar que nosotros"
El entrenador del Eibar, José Luis Mendilibar, afirmó ayer que su equipo y el Celta, que se enfrentan mañana en Ipurua, son "dos equipos con ganas de ganar", aunque los vigueses "tal vez tengan algo más de necesidad". Pese al arranque liguero de los celestes, el técnico armero sabe de la peligrosidad de los gallegos: "Creo que están adaptándose al cambio de idea, pero es un buen equipo, con calidad, y capaz de hacer lo que les pide el entrenador".
La derrota en el Camp Nou parece estar ya olvidada. "Desde el día siguiente ya estábamos pensando en el Celta", reconoció Mendilibar, quien añadió que en Barcelona su equipo generó bastantes ocasiones, "pero cuando lo haces con un marcador abultado en contra, puedes pensar que es porque el rival se ha relajado. Pero demostramos capacidad de generar peligro, y si tienes eso, llegará el gol".
Al ser cuestionado sobre las similitudes futbolísticas de los culés y el Celta, Mendilibar no dudó al afirmar que "cada partido es una historia diferente, y el Celta no es el Barcelona, e igual tal vez no te da tanta libertad para jugar tan arriba. Debemos saltar al campo con la determinación de siempre, y no dejar nunca al rival hacer su juego, porque si el adversario tiene que cambiar el juego, es que algo estamos haciendo bien", concluyó el técnico eibarrés.n
