La Federación Internacional de Balonmano (IHF) visitó entre el pasado lunes y ayer Pontevedra y Vigo, las ciudades que serán sede del Mundial júnior a disputarse entre el 15 y el 28 de julio de 2019. Miguel Roca, Per Bertelsen y Marco Tosi se encargaron de inspeccionar ambas sedes y, aunque todavía tendrán que elaborar un informe preceptivo, dieron un visto bueno inicial a la espera de algunas mejoras necesarias que fueron apuntadas por los responsables.
Tras pasar por Pontevedra el lunes, con presencia del presidente de la Federación Española, Francisco Blázquez, ayer los representantes de la IHF, ya sin el máximo mandatario federativo, fueron recibidos en el Concello de Vigo por el teniente de alcalde David Regades y por el concejal de Deportes, Manel Fernández. A continuación, visitaron el pabellón central de As Travesas, que será la instalación que acoja los partidos de la cita mundialista, junto al Municipal de Pontevedra.
En la recepción estuvo el presidente de la Federación Gallega, José Luis Pérez Ouro.