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"Me gusta arriesgar y a veces me complico pero es mi juego"

Jonny Castro, durante un entrenamiento en A Madroa esta semana.
photo_camera Jonny Castro, durante un entrenamiento en A Madroa esta semana.

Jonny Castro (Vigo, 1994) quiere que se le entienda. Le gusta jugar en el Celta y está feliz en casa, pero cuando se plantea su vida profesional, también sueña con disfrutar de alguna experiencia fuera en algún momento, que no tiene que ser ahora. Con esa renovación pendiente, apura una campaña más jugándolo todo con la idea todavía viva de meterse en Europa.
 

Sexta temporada en el primer equipo y siempre titular con 24 años recién cumplidos. ¿Cómo lo analiza el propio protagonista?
Lo llevo con normalidad. Intento siempre trabajar cada día para mejorar y pelear por un puesto cada fin de semana para poder competir, que al final es lo que queremos todos. Siempre dando lo mejor de mí para el cuerpo técnico, para los compañeros y también para mí en el plano individual. Todo para seguir creciendo.

El nivel de autoexigencia lo intuyo clave, porque llegó muy joven pero después hay que mantenerse.
Todos los futbolistas nos autoexigimos. Aparte de que después también tienes un compañero como mínimo para pelearte el puesto. Pero sí que es verdad que tienes que autoexigirte para seguir mejorando porque todos queremos más. Si incluso los que pelean cada año por títulos quieren más, cuánto más nosotros. Queremos ser mejores cada fin de semana, ayudar más a los compañeros... Ahora mismo nuestro objetivo es Europa y nos empeñamos en conseguirlo, aunque está claro que es muy difícil. Nadie nos regala nada y tenemos que estar siempre al mejor nivel.

Siempre ha ganado sus duelos por el puesto con sus competidores directos, ahora también con Mazan desde enero. Le aumentará la autoestima.
Bueno. Son distintos entrenadores, distintos compañeros. El técnico tiene un abanico de opciones y yo intento dar lo mejor de mí, aportar lo máximo e intentar estar al cien por cien cada minuto. Es muy difícil porque una temporada al final es casi un año y resulta muy complicado estar siempre igual porque hay altibajos, cansancio... Pero es lo que intento.
En su caso se destaca mucho la cuestión física, porque juega muchísimos partidos cada temporada. ¿Eso oculta otros valores técnicos y tácticos?
No sé. Siempre intento mejorar todos los aspectos: físico, técnico, táctico, posicionamiento... Hay que tener un poco de todo. Adaptar los aspectos tácticos a cada entrenador que venga, porque cada uno te pide unas cosas. Sí que es cierto que en lo físico intento estar siempre al cien por cien, pero también soy un futbolista al que le gusta jugar con el balón, tener la posesión, arriesgar, combinar con los compañeros... A veces me complico pero es una faceta mía que cada entrenador que ha venido aquí la conoce.

La sabe y la aprovecha. Porque usted es el defensa que más arriesga para dar salida al equipo desde atrás.
No sé, al final está en decisiones de cada uno en cada momento del partido. Y también, sobre todo, depende de la autoestima de cada uno, de cómo venga jugando. Hay partidos en los que te encuentras mejor para arriesgar más, otros que no... El momento, el partido e incluso los compañeros que tengas al lado lo determinan. Hay compañeros con los que puedes combinar más y otros con los que tienes que buscar más el espacio. 

Y en el fútbol actual los laterales tienen que ser muy ofensivos.
El papel de los laterales cambió mucho, ya hace unos años que viene haciéndolo. Por eso ahora hay mucho interior reconvertido a lateral. Pero un lateral tiene que tener ambas facetas: no puedes ser un buen atacante y un mal defensor o al revés. También depende del equipo en el que estés, si necesitas más o menos ataque. 

Sobre el tema de los compañeros, Unzué habló el otro día del triángulo que forman Hugo, Wass y Iago por la derecha ya desde la pasada temporada. ¿Usted echa un poco de menos disponer de una sociedad así, ya que ha tenido que cambiar más de acompañantes por su zona?
Se nota. En la derecha, salvo ahora por la lesión de Wass, están casi siempre los mismos y en la izquierda nos falta esa regularidad en la gente que está por dentro o en el extremo. Pero al final somos un equipo y eso no es excusa. Nos tenemos que adaptar a todos los compañeros y conocernos todos. Para eso entrenamos todos los días.

Sin entrar en quién es mejor o peor o con cuál se siente más cómodo, por delante de usted están jugando o Pione Sisto o Emre Mor. ¿Le supone mucho cambio por el hecho de ser uno diestro y el otro zurdo?
A veces cambian cosas. Mor siempre intenta irse para la zurda para centrar y Pione hace conducciones para dentro. Pero al final son jugadores parecidos, muy desequilibrantes los dos, con mucha calidad técnica, fuerza y velocidad. Difiere su zona de actuación, pero si Emre se va por fuera yo intento aprovechar por dentro y al revés con Pione. Simplemente es acertar en el momento.

En cuanto al equipo, ¿hay tiempo todavía para meterse en esa plaza europea a la que no se ha conseguido enganchar todavía?
Sí, claro que sí. Es cierto que hemos tenido altibajos o que no hemos logrado dos o tres victorias seguidas que nos permitiesen estar metidos al cien por cien. Pero sí que lo estamos al 90%, estamos muy cerca. Dependemos de nosotros mismos. Los demás van a pinchar y aunque seguramente nosotros también, para estar ahí dependemos de nosotros. Tenemos que ganar, sacar adelante sobre todo los partidos de casa e ir a los de fuera como si fuesen una final. Todos queremos meternos en Europa porque sabemos lo que significa estar ahí y lo difícil que es llegar, sobre todo con la competencia que hay este año. Pero el equipo lo va a dar todo hasta el último partido para estar entre los siete primeros.

Esa igualdad, ¿genera más rivales pero también te da más opciones de llegar pese a haber dejado escapar oportunidades?
Sí. A lo mejor nosotros hemos fallado demasiado, pero los demás equipos también lo están haciendo. Salvando los cuatro primeros y los cuatro últimos, el resto estamos metidos en una Liga también muy bonita en la que habrá premio para tres equipos. Esperemos estar entre ellos.

¿Cómo va el tema de la renovación?
Va bien. Se habló el pasado verano, se volvió a hablar en enero y estamos ahí. El club está hablando con mi representante y está todo abierto.

¿Cree que se entendió mal cuando dijo que una experiencia fuera en su carrera no la vería mal?
No sé cómo se entiende. Lo dije y lo mantengo: a mí me gustaría salir fuera. Está claro que tener una carrera en un solo equipo es bonito pero también la vida del futbolista es corta y hay experiencias muy bonitas jugando fuera. Hay ligas muy bonitas. Sí que me gustaría salir fuera a jugar y, por qué no, probar otras cosas.

¿Cree que se le exige a los canteranos una fidelidad con el club que a lo mejor no se exige a la inversa?
No lo sé. Se habla mucho de cantera en el Celta pero también hay que dar posibilidades. Salieron muchos futbolistas y saldrán más y hay que darles oportunidades. Si no se dan, cada uno tiene que buscarse lo suyo. Entre los que sí hemos llegado, no a todos nos tratan igual. Por eso tienes que seguir buscando y sacrificándote. Yo siempre lo voy a dar todo por el Celta porque es el club que me dio todo. Está claro que estoy contento aquí y siempre dije que quiero renovar. Otra cosa es que quiera salir en algún momento, porque espero que aún me queden muchos años para jugar al fútbol. Pero siempre voy a dar todo por este equipo.

¿Depende en algo su renovación de que el equipo se meta en Europa?
No, para nada. Está todo abierto. Todos queremos clasificarnos pero no es que vaya a renovar si entramos en Europa y si no, no.

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