"Fijar objetivos generales es presionar a los chicos"

¿El salto al banquillo lo tenía claro cuando se retiró como futboloista?

No creas. Sabía que estar relacionado con el fútbol me gustaba y, cuando dejé de jugar, fui tocando varias facetas: dirección deportiva, segundo entrenador, scouting… Estando de segundo me veía cómodo y ya di el salto para ser entrenador, que es diferente: toma de decisiones, liderar un grupo, recobrar un poco esa ilusión que están viviendo tus jugadores jóvenes por ser futbolistas. Es un mundo que me gustó y que ahora mismo me apasiona.

¿Sus equipos tienen un estilo definido?

Trato de tener un estilo, aunque siempre debes amoldarte a los jugadores. No es lo mismo entrenar a jóvenes en Valladolid que en Villarreal y, ahora, veré si es igual o no en el Celta. Por ejemplo, en Valladolid teníamos un equipo mucho más intenso aunque algo menor de calidad y en Villarreal uno con más calidad que le faltaba un poco de intensidad. Yo me amoldo pero mi modelo de juego es intentar jugar, intentar ser protagonista y que el equipo tenga intensidad cuando le toca defender. Vamos a ver si se puede hacer.

¿Supone que es ésa una de las razones por las que el Celta se ha fijado en usted?

No lo sé. Estoy encantado de que hayan valorado la trayectoria que he tenido trabajando con gente joven y que, aparte del estilo o el sistema de juego, el jugador crezca. En una cantera con tanta trayectoria como tiene la del Celta, dar importancia al jugador y que siga completando su formación en el filial para cuando el primer equipo necesite algo esté preparado.

Por lo que le han dicho, ¿hay líneas marcadas en cuanto a mimetizar el primer equipo en estilo de juego?

Por lo que he hablado con Carlos Hugo, sí que queremos que ese salto del segundo al primer equipo no sea tan grande. Tampoco es cuestión de mimetizar al primer equipo, pero sí que los chicos tengan unas pautas generales comunes, para que luego los matices en un equipo o en otro sean a través del entrenador. Las pautas generales serán las mismas pero sin coartar la libertad del jugador.

Decía en su presentación que llega con la mente limpia, ¿pero supone más presión que en las dos últimas temporadas no hayan salido las cosas como se esperaban en el filial?

Siempre que inicias un proyecto piensas que va a salir bien, que vas a aportar y que todo va a ir en la dirección correcta. Al venir de temporadas a lo mejor no tan positivas, hay que limpiar la cabeza de los que han estado ahí más de los que venimos de fuera: no comparemos con años anteriores, vamos a iniciar un proyecto nuevo y vamos a ver cómo sale. Vengo con ilusión y ganas y espero que vaya bien. Eso no es óbice para ser conscientes de que los comienzos siempre son difíciles. Cuando llegué el pasado año al Villarreal, el equipo estaba también en esas circunstancias de haber pasado años malos y se comenzó mal. Los chavales empezaron mal pero poco a poco el equipo fue creciendo y creciendo. Llegamos a estar cuatro semanas últimos y terminamos en una posición buena. No nos dejemos llevar por las clasificaciones, sino también por cómo va creciendo el equipo. Se necesita algo de tiempo.

En lo personal, ¿qué espera de su paso por Vigo dentro de su crecimiento como técnico?

Es un salto también de categoría. He entrenado en Tercera y, aunque no creo en que sean tan diferentes una categoría y otra, trabajar en Segunda B para mí es importante. Y como a nivel profesional, tanto de jugador como de entrenador, no me he movido mucho, conocer otra zona futbolística en España, una cantera importante como la del Celta y adaptar un poco mi metodología de trabajo a otras connotaciones y otros estilos.

¿Conoce a Eduardo Berizzo?

No estoy seguro de si me enfrenté a él como jugador. Como técnico lo conozco del año pasado, cuando llegó al Celta. Ha hecho una gran temporada y cuando empecemos a trabajar ya nos conoceremos. Me pondré a su disposición para lo que necesite porque sabemos todos que estamos en función de las necesidades del primer equipo. En ese aspecto no va a haber problema. Siempre he trabajado en esa línea en Valladolid.

El paso de jugadores del segundo al primer equipo en los últimos años en Vigo ha sido fluido, ¿ayuda a un entrenador del filial a que los jugadores estén más motivados?

Es una ayuda importantísima, saber que el trabajo que puedan realizar en el filial puede tener su continuidad en el primer equipo motiva a cualquiera. Los chicos tienen que sentir que el primer equipo está ahí y que si hacen un trabajo bueno van a tener esa posibilidad. Pero siempre hablamos de la posibilidad. Luego es el entrenador del primer equipo el que va a decidir cuándo sí y cuándo no, pero ellos tienen que estar preparados.

Usted que pasó por una cantera tan exigente como la del Real Madrid, ¿cree en la necesidad de profesionalizar y de meter la presión de los resultados a los futbolistas de un filial?

Sí. El resultado va implícito en la competición, pero también hay formación. Hay que compartir las dos cosas. Una no puede solapar a la otra, pero se pueden trabajar a la vez las dos. Tenemos que trabajar en que los jugadores mejoren cada día y la competición también ayuda a que esa formación sea mejor.

¿Fijarse la liguilla de ascenso como meta es un error?

Fijarse objetivos generales ahora mismo no es que sea un error, ya sabemos que están abiertas todas las posibilidades, pero sí puede suponer meter más presión a los chavales. Lo importante es centrarnos en hacer equipo, en que los chavales exploten todas sus posibilidades, que tengan su momento. Si la suma de potenciales lleva a poder luchar ahí arriba, se verá más adelante. De momento, vamos a iniciar la campaña con la meta de ser competitivos y protagonistas.

Para hablar de nombres propios todavía es pronto...

Aún los tengo que conocer. Me han dejado unos cuantos vídeos de la temporada pasada. Primero tengo que conocerlos, aunque tampoco me gusta hablar en particular de jugadores.

Echando la vista atrás, ¿por qué la retirada como futbolista, por edad simplemente?

Por edad y también un poco por desencanto. Siempre había estado en Primera con el Valladolid, en la última temporada en Segunda no fueron bien las cosas y me faltó esa ilusión que uno debe tener. Vi que era el momento de dejarlo. Me fui habiendo hecho una trayectoria profesional buena, sin lesiones graves.

¿Qué recuerdo guarda de sus partidos contra el Celta?

El otro día en la presentación pude ver Balaídos y a mí siempre me ha gustado mucho ese campo porque siempre tenía un césped impecable. Un gran campo, con ambiente en la grada, el césped siempre estaba rapidito porque o llovía o estaba regado... Y en casa, eran duelos atractivos. Somos equipos que nos movíamos por la misma zona y éramos rivales directos.n