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Eres mujer, no juegas en el Celta

El Deportivo femenino realizó ayer su primer entrenamiento.
photo_camera El Deportivo femenino realizó ayer su primer entrenamiento.

Cuentas de resultados, escasez de campos, carestía de medios. Excusas, una tras otra. Ayer realizó su primer entrenamiento el Deportivo de A Coruña femenino.

Tino Fernández entró en el club coruñés y al tercer año la entidad tendrá un equipo femenino. En Vigo, muchos todavía esperan por un Celta cobarde, esquivo y que, simplemente, se agarra a las excusas sin valor para negarse a crear una sección femenina. 
Los datos son tozudos. Una de las argumentaciones expresadas en público y en privado por la dirección del Celta es que crear un equipo femenino sería una apuesta con un coste económico. Llega de una entidad que para la próxima temporada tiene planificado un presupuesto de 65 millones de euros. Crear un equipo femenino puntero en Segunda puede costar, en la actualidad, 100.000 euros. Esta cantidad es el doble de lo que manejan El Olivo (primero) y Sárdoma (tercero).
En un cálculo indica que sería gastar la temeraria cifra, diríase que inasumible, del 0,15% del presupuesto. Es más, podemos ampliar y ser un poco mal pensados. El equipo femenino del Celta podría tener la misma consideración que el filial o el juvenil de División de honor y estar encuadrado dentro de la Fundación Celta. Esta entidad recibe anualmente, sólo de la Diputación de Pontevedra, una subvención directa en forma de convenio de 200.000 euros. Esa cifra sirve para hacer un equipo semiprofesional y meterlo en Primera División a la velocidad de la luz. 
Otra de las excusas escuchadas en Praza de España en público o en privado es que la entidad carece de campos para administrar un equipo femenino. ¿No podría jugar en Barreiro y entrenar en cualquier otro campo de la ciudad? Es más, ¿no podría entrenar en un campo de hierba natural de A Madroa, que no usan las categorías inferiores? La cuestión es querer apostar, otra cosa es decantarse por la inacción, la excusa, el despejar balones. 
Actualmente, existen sólo tres equipos en Primera que comparten con el Celta el honor de no disponer de un equipo femenino. Son el Leganés, Las Palmas y el Real Madrid. Otro recién ascendo como Osasuna sigue al Deportivo y está en proceso de creación.
El agravante del Celta es que en la ciudad existen jugadoras, historia y tradición para crear una formación femenina de élite en poco más de dos tardes. Este verano, cinco futbolistas de El Olivo, campeón los dos últimos años de su grupo de Segunda División, recalan en el Sporting de Braga para emprender allí un proyecto de élite como el que no quiere el Celta. 
A esto podemos sumar unas cuantas jugadoras más que ya militan en Primera División como la Sara Tui, Anaír Lomba o Carolina González. Por no marchar un paso más allá y mencionar a la ya histórica Mari Paz Vilas, con años de experiencia en la máxima categoría. Por supuesto, el Deportivo también pescó en la ciudad e incorporó a Ana González 'Anita' y Tamara Acuña 'Tami', del Sárdoma. Además, reclutó a dos futbolistas más del Arousana de Vilagarcía, plaza en la que también pescó el mencionado Sporting de Braga. 
Hablamos de dos estructuras similares al Celta. Es más, en estos momentos, menores que el Celta por nivel de ingresos y capacidad deportiva. Dos clubes históricos del noroeste de la Península Ibérica que apuestan por crear un equipo femenino porque entienden que disponer de un conjunto de balompié de mujeres no es una cuestión de números rojos o falta de campos. Es una cuestión de creer que si se maneja una entidad de referencia, un club en su conjunto, se deben cuidar aquellos detalles sociales que ayuden al progreso y a igualdad. Responsabilidad social corporativa que le llaman los especialistas en marketing. Igual, bajo este concepto, entienden la cuestión en Praza de España.
Mantener la excusa de que una formación femenina es un gasto para una entidad de 65 millones de euros es disponer de un perspectiva muy corta. Crear un club de ciudad, identificado con su gente y con una imagen de marca adecuada también es apostar por la igualdad, por las futbolistas de la tierra y por su desarrollo deportivo. Y, también, por aumentar el número de aficionadas femeninas. Nadie pide al Celta que traiga a las mejores futbolistas del mundo a un equipo de mujeres. Simplemente es dar de una estructura competitiva y recursos mínimos al conjunto de jugadoras de la tierra. Que niñas que acudan a Balaídos y sean aficionadas no tengan que preguntarle a su padre, ¿por qué no puedo jugar en el Celta?n

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