El equipo vigués visita al Castilla con muchas urgencias en el último partido del año (21:00)
El Rápido de Bouzas, colista del grupo 1 de Segunda División B, adelanta a esta noche el último partido liguero del año, en el que visita a uno de los equipos más fuertes de la categoría, el Real Madrid Castilla, tercer clasificado y aspirante al ascenso a Segunda.
El equipo vigués perdió el pasado domingo en el Baltasar Pujales ante el otro filial de la capital española, el Atlético B (0-1), y continúa en el último puesto de la clasificación con 11 puntos, a siete de la plaza de promoción para la permanencia y a ocho de la zona que otorga la salvación.
Por ello, llega a esta cita con la intención de sorprender a un rival que en su campo se muestra especialmente seguro –sólo ha cedido un empate y una derrota en lo que va de temporada–, pero que viene de perder en el campo del Coruxo (2-1).
Míchel Alonso, entrenador del Rápido, cuenta con la única baja del central Vitra, sancionado por haber cubierto el cupo de cinco tarjetas amarillas, y ha desplazado a Madrid al resto de la plantilla, diecinueve futbolistas en total, por lo que deberá realizar un descarte antes del encuentro.
El técnico del conjunto aurinegro introducirá algún cambio en el once para tratar de enmendar una trayectoria que parecía haberse enderezado con su llegada al banquillo, en sustitución de Jorge Otero, pero que ha vuelto a torcerse en las últimas semanas.
De esta manera, Brais repetirá probablemente en la portería; con Adrián, Coti, Kiko y Iago López en defensa; Armando y Pablo Antas en el doble pivote, Javi Sánchez y Diz en las bandas; y Carlitos y Carnero en punta.
El Rápido tendrá enfrente a un Real Madrid Castilla que, tras la marcha de Santiago Solari al primer equipo, está dirigido por Manolo Díaz. El técnico blanco dispone de toda la plantilla para afrontar el choque y los vigueses deberán prestar especial atención a Cristo González, máximo goleador del equipo con nueve tantos, los mismos que ha marcado todo el Rápido de Bouzas hasta el momento.
"Sabemos que es un rival complicado, pero en nuestra situación nos lo tomamos como una oportunidad para sumar puntos. Independientemente de la dificultad del rival, que la tiene, nuestra necesidad hace que veamos el partido como una posibilidad de ganar", afirma Míchel Alonso, que no quiere que su equipo se vea acorralado por el filial madridista: "Es importante que seamos valientes y restarles posesión, porque si no, podemos vernos muy sometidos y eso no sería soportable durante noventa minutos. Sabemos que vamos a tener fases en las que vamos a sufrir, así que sería bueno tener otras en las que sepamos gestionar el balón con criterio". n
