ATLÉTICO MADRID 2-2 CELTA

Un ejercicio de fe y resistencia

Planas y Krohn-Dehli corren hacia Larrivey y Pablo Hernández, abrazados, tras el espectacular gol del argentino nacionalizado chileno.
photo_camera Planas y Krohn-Dehli corren hacia Larrivey y Pablo Hernández, abrazados, tras el espectacular gol del argentino nacionalizado chileno.

Descosido en la recta final de sus dos últimos compromisos, ante el Córdoba y la Real Sociedad, el Celta se corrigió ayer a sí mismo y llevó a cabo un ejercicio de fe y resistencia que le valió para sumar un punto en casa del vigente campeón, el Atlético de Madrid. 

La lectura del partido puede tener dos caras, según el nivel de exigencia o el estado de ánimo de cada cual, pero el abismo que teóricamente existe entre el subcampeón de Europa y un humilde aspirante a la permanencia no fue tal y eso ya dice mucho de los pupilos de Eduardo Berizzo. En el debe hay que colocar los dos goles concedidos a balón parado, pero el apartado del haber ha de ser mucho más generoso. La genialidad del 'Tucu', las paradas de Sergio, la valentía del equipo, su reacción con el 2-1 en el marcador y, al contrario de lo sucedido en las dos últimas jornadas, su capacidad para sufrir y conservar el resultado con el Atlético volcado sobre su área conceden mucho valor al punto sumado en la ribera del Manzanares. Tiene alma este Celta, cualidad que no hace tanto le resultaba ajena, y afronta el derbi con una sonrisa dibujada en el rostro de esa afición cada día más orgullosa.

La genialidad del Tucu
Berizzo introdujo dos cambios con respecto a sus dos últimos onces. Mallo ocupó el lugar de Jonny y Pablo Hernández suplió a Nolito, condicionado media semana por una lesión muscular. El 'Tucu' es un mediapunta nato al que le cuesta jugar escorado en el dibujo 4-3-3 que emplea el Celta y, por otro lado, se le nota con una marcha menos que sus compañeros, fortalecidos por una pretemporada que él se perdió. Además, sus descuidos en las ayudas a Planas obligaron a Berizzo a cambiar a Orellana de banda para proteger el carril izquierdo. Pero su discreta actuación en su estreno como titular quedó y quedará en un segundo plano por la genialidad con la que abrió el marcador. El argentino sorprendió a Moyá cazando con la espuela un balón colgado al área por Planas desde la medular y que parecía perderse por la línea de fondo hasta que el ex de O'Higgins sacó a relucir el talento que esconden sus botas. Tras el gol, como sucedió hace una semana contra la Real Sociedad, llegaron los mejores minutos de un Celta que supo hacerse con el control del balón sin que al Atlético, cierto es, pareciese importarle demasiado.
La virtud y el error
Que el Atlético saca petróleo de la estrategia es por todos sabido, pero esto no debe bastar para justificar los dos goles que el Celta encajó ayer a balón parado. Miranda en el 1-1 y Godín en el 2-1 remataron a puerta sin oposición. Los centros de Gabi y Koke fueron magníficos, pero el error en la marca y la falta de intensidad de los celestes deben servir de lección de cara a encuentros venideros.
La reacción
Por primera vez en lo que va de temporada, el Celta se vio por debajo en el marcador. Y la reacción del equipo de Berizzo es digna de destacar, sobre todo porque llegó en un escenario complejo como pocos. Con Nolito en el campo en lugar de Álex López, el conjunto celeste se vino arriba tras el descanso y el gaditano empató la contienda al transformar un penalti cometido sobre el omnipresente Planas.
La resistencia
El Atlético, obligado por galones, calidad y condición de local, se fue a por la victoria en los últimos minutos del partido. Pero se topó con un Celta que esta vez sí supo resistir las acometidas del rival, tanto por el esfuerzo de sus jugadores como por las decisiones tomadas desde el banquillo, puesto que Berizzo optó por llevar a cabo dos cambios defensivos: Sergi Gómez por el 'Tucu' y Jonny por Krohn.n 

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