Nolito

Cuando el Celta juega feliz, es el más feliz

Nolito celebra uno de sus dos goles ayer en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo.
photo_camera Nolito celebra uno de sus dos goles ayer en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo.

El gaditano ya es el pichichi en solitario del equipo con sus diez goles y parece que la temporada se le quedará corta

El gaditano juega como vive: con desenfado, con alegría,  sin agobios. Con atrevimiento básicamente por naturaleza, y no por vanidad –aunque también, como todo goleador–. Con sus más y sus menos a lo largo de la temporada, ya es el pichichi en solitario del equipo con diez tantos. Y da la impresión de que la Liga se le quedará corta, pues parece mejorar con el paso de las jornadas.
Ayer fue clave porque trasladó al césped la osadía táctica planteada en el vestuario. Asumió la tarea del uno contra uno para desequilibrar, vio portería en dos ocasiones y hasta le dio tiempo a fallar alguna oportunidad más y a ejercer de asistente.
Cuando el Celta juega feliz, él es el más feliz. Porque disfruta cada vez que tiene el balón y está en un momento físico que le permite hacer lo que le gusta en ataque y echar una mano en defensa. Y aún le quedan cuatro partidos.n

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