La ciclogénesis afecta al deporte

El campo de As Relfas, encharcado y con parte del público refugiado en la zona del bar. Otros esperaban en la grada cubierta.
photo_camera El campo de As Relfas, encharcado y con parte del público refugiado en la zona del bar. Otros esperaban en la grada cubierta.

El Real Oviedo, el más perjudicado: en rugby ante el Kaleido UVigo y en fútbol femenino frente al Sárdoma

La ciclogénesis explosiva o, para tratarla casi como de la familia, la borrasca Ana, dejó ayer por la tarde sin fútbol de categoría autonómica nueve campos municipales (As Relfas, Pahiño, Novo Mirador, A Pirucha, A Guía, Meixoeiro, Armando Cajaraville, Monte da Mina y A Gándara) y el Federativo de Coia. Además, incordió a dos encuentros de competición nacional. El partido de División de Honor B de rugby entre el Kaleido Universidade de Vigo y el Real Oviedo (campus de As Lagoas-Marcosende) y el de 2ª División femenina de fútbol entre el Sárdoma y el Real Oviedo (As Relfas) tampoco se jugaron. Así, el Oviedo fue doblemente perjudicado por el tiempo.
Con todo, la expedición asturiana se fue contenta en el caso del rugby (es el equipo colista), pues aceptó la decisión arbitral. El colegiado señaló que lo suspendía porque carecía de visibilidad con el viento y la lluvia, cuestión que no compartía Norm Maxwell. Mientras, en Sárdoma los técnicos de ambos equipos pactaron con el árbitro el aplazamiento de común acuerdo.
En As Relfas el campo estaba muy encharcado, la lluvia aparecía a rachas y se había encendido la iluminación, aunque no había problemas de visibilidad. Marcos Canle, preparador local, entendió al Real Oviedo: la formación visitante se está jugando el título en un mano a mano con el Deportivo y no quería arriesgarse. "Lo decidimos por mutuo acuerdo; aunque en parte jugar nos podría haber beneficiado a nosotros, me parecía injusto. Hay que medirse a los rivales fuertes en condiciones de verdad y hoy (por ayer) era imposible jugar", explicaba Canle tras la suspensión. Además, un campo en ese estado es más propicio para una lesión. 
En principio, ambas partes barajan disputar el choque el 20 de enero. En ese fin de semana no hay liga. Al Real Oviedo, que llegó el sábado y pernoctó en Vigo, el viaje le ha podido suponer unos 2.000 euros de gasto. Es esta la segunda suspensión en ese campo tras la del 15 de octubre ante el Femiastur por el humo de los incendios. 
As Relfas vivió suspensiones por partida doble, pues por la tarde su equipo B, de 1ª Galicia femenina, tampoco jugaba contra el Tordoia, lo que las coruñesas ya sabían desde el sábado, pues la Real Federación Galega de Fútbol había anunciado la suspensión de sus competiciones desde las 15:00 horas del domingo por la alerta roja meteorológica.
En Vigo, el fútbol masculino canceló los partidos Alertanavia-Nogueira y Valladares-Sanxenxo (1ª Galicia), La Guía-Caldelas, San Esteban-Nigrán y San Miguel-Tebra (2ª Galicia), Casablanca-Coya, Peñasco-Chapela, EDVM Pereiró-Gondomar, Arenas de Alcabre-Balaídos, Descanso Sampayo-Vilariño y Lavadores-Beretes (3ª Galicia); y en féminas, Sárdoma B-Tordoia (1ª) y El Olivo-Puentearnelas y Balaídos-Tomiño (3ª). Tampoco se jugó el Arousana-Valladares (1ª femenina), a mediodía en A Lomba.
Al igual que en el municipio, campos de otros concellos vieron cancelados sus partidos. Sólo algunos clubes habían adelantado su encuentro a los festivos, casos de Santa Mariña, en casa, o Gran Peña, fuera, en 1ª Galicia.
La situación chocó con los casos de Barreiro (Celta B) y Baltasar Pujales (Rápido de Bouzas). Arreciando la lluvia vespertina, ni la Federación Española de Fútbol ni los colegiados suspendieron los encuentros pese a que la advertencia tanto de Aemet como de Meteogalicia se enfocaba a la tarde. Los dos partidos se jugaron aunque el fútbol fuese un juego imposible en esas condiciones.n

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