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El Celta no puede estar a todo

Théo Bongonda fue ayer protagonista al errar la mejor ocasión celeste y ser pitado por parte de la grada.
photo_camera Théo Bongonda fue ayer protagonista al errar la mejor ocasión celeste y ser pitado por parte de la grada.

Perdió, con la versión B y nuevo sistema, ante el Betis tras regalar la primera parte y se queda sin meta en Liga

Tres competiciones al máximo nivel son demasiado para el Celta. Una realidad perfectamente entendible. Y la apuesta es la Liga Europa. También comprensible. En tal tesitura, la Liga pasa a un segundo plano. Y este equipo celeste no tiene dos planos del mismo nivel. Aunque ayer estuvo siempre en el partido ante el Betis y cayó por un solo gol, que encajó al inicio de la segunda parte, curiosamente como epílogo de un penoso primer tiempo y como prefacio de un segundo mucho más apañado en el que pudo empatar. Las siete primeras plazas están, a la espera de lo que hagan hoy Eibar y Athletic, a nueve puntos a falta de dieciocho. Demasiado lejos.
El partido de ayer era especial.  Principalmente, por lo sucedido el jueves en Genk, que provocó una apuesta de Eduardo Berizzo por su segunda unidad aunque con algún matiz. Pero también por el peculiar sistema que emplea el conjunto bético, un 5-3-2 que, plantado sobre el césped en el momento de la posesión, se asemeja más a un 3-1-3-3 con los dos laterales acompañando en la línea más adelantada al nueve. Animado por la novedad táctica del rival, el entrenador céltico también movió su dibujo a un 4-4-2, formando un rombo en el centro del campo con Jozabed en la mediapunta y con Guidetti y Bongonda jugando con los dos delanteros.
La táctica jugó, pues, un papel fundamental. Y tal duelo lo ganó el Betis de calle, como es lógico. No en vano, los béticos usan su dibujo desde la llegada de Víctor Sánchez y los célticos apenas han tenido el entrenamiento del sábado para adaptarse a la novedosa disposición sobre el campo. Si a eso se le suma lo desacostumbrado del once céltico y el triunfo en la intensidad de los visitantes de salida, da como resultado una primera parte mediocre por parte celeste.
El dominio del Betis fue total. Sólo su falta de gol provoca el ahorro del calificativo de apabullante. Porque el Celta apenas tuvo el balón y sólo se acercó al área de Adán nada más empezar, en un par de incursiones de Bongonda que prometieron algo que nunca llegó, y justo al final, cuando el belga debió aprovechar un mano a mano ante Adán tras un craso error visitante pero no lo hizo. Pasa el extremo por días de dudas enormes como precipicios. Empezó la temporada con todos los predicamentos para hacerse con la banda izquierda del ataque céltico tras la marcha de Nolito y la está cerrando con un juego insulso, incapaz de llevar a buen término la gran mayoría de sus apariciones. Y, lo que es peor, con parte de la grada de Balaídos en su contra.
En medio de esos dos leves arranques celestes, sólo existió el Betis. La salida de balón era un suplicio para los vigueses, enjaulados por las presión de los atacantes y los centrocampistas sevillanos. Y como el balón en largo tampoco era un recurso, ya que Guidetti perdía cada uno de sus duelos físicos con los centrales rivales, los de Berizzo apenas pasaron del centro del campo.
Las ocasiones se acumulaban en la portería de Sergio, aunque bien es cierto que la inmensa mayoría fueron con disparos desde el borde del área. Entre el portero celeste y la mala puntería del Betis mantuvieron el marcador inmóvil antes del descanso. Todo un logro para un Celta desaparecido en que apenas sobresalía la garra de los centrales.
Lo curioso es que comenzó algo mejor la segunda parte. Por fin, se encontraron líneas de pase y Bongonda y Guidetti volvieron a combinar en una ocasión. Pero, en ese momento, surgió Durmisi. El lateral zurdo danés estuvo primero a punto de marcar él directamente, en un disparo cruzado dentro del área, y poco después metió un gran centro que Brasanac cabeceó a gol entrando con todo.
Mientras el Celta trataba de sobreponerse, perdió a Planas por lesión. Pero la salida de Jonny, la posterior de Wass y el orgullo acabaron por despertar al conjunto vigués. La posesión ya era monopolizada y, en medio de un encuentro bronco por momentos, el balón comenzó a rondar las inmediaciones del área de Adán. Bongonda pudo marcar en un balón suelto tras un saque de esquina y, ya en el descuento, Wass probó fortuna en un par de ocasiones sin encontrar un feliz resultado.
El 0-1 ya fue inamovible. Tres derrotas en los últimos cuatro partidos alejan las plazas que otorgan billete para una competición continental. Ya parece que el único camino viable para repetir en torneos de alcurnia es ganar la Liga Europa. Ésa es la apuesta.

El delantero céltico Bongonda intenta llevarse un balón ante un defensor del Betis ayer en Balaídos.

Celta:
Sergio Álvarez; Álvaro Lemos, Sergi Gómez, Facundo Roncaglia, Carles Planas (Jonny Castro, min.62); Marcelo Díaz, Pape Cheikh (Daniel Wass, min.71), Nemanja Radoja, Jozabed Sánchez; Théo Bongonda y John Guidetti (Claudio Beauvue, min.58)
Betis:
Adán; Rafa Navarro, Bruno, Mandi, Tosca, Durmisi; Dani Ceballos, Brasanac (Cejudo, min.88), Rubén Pardo (Petros, min.86); Alex Alegría y Joaquín (Rubén Castro, min.81).
Gol:
0-1, m.54: Brasanac.
Árbitro:
De Burgos Bengoetxea (colegio vasco). Amonestó a Planas, Wass y Marcelo Díaz por parte del Celta, y a Durmisi, Bruno, Dani Ceballos, Rafa Navarro  y Cejudo por el Betis.
Incidencias:
Partido disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 15.851 espectadores.

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