El equipo vigués aspira en la recta final del campeonato a regresar a una competición continental diez años después
El Celta se centra ahora, tras ser eliminado el jueves de la Copa del Rey a manos del Sevilla, en su carrera hacia Europa. El equipo vigués afronta los últimos tres meses del campeonato, en los que disputará quince partidos, con el objetivo de clasificarse por primera vez en diez años para una competición continental. Para ello, el Celta, que en la actualidad es séptimo, deberá acabar entre los seis primeros o bien ser séptimo y tener al Sevilla por delante o, en caso de que no sea así, esperar que el Barcelona gane la Copa del Rey.
El Celta se clasificó por última vez para jugar en Europa en la temporada 2005/2006, cuando de la mano de Fernando Vázquez logró una plaza en la Copa de la UEFA de la campaña 2006/2007, que acabaría con el equipo descendiendo a Segunda. Tras una larga travesía de cinco años en la división de plata, el conjunto celeste inició en 2012 un crecimiento progresivo que le llevó a salvarse con apuros en 2013, a lograr la permanencia de forma holgada y acabar la Liga noveno en 2014 y a ser octavo en 2015 peleando por un puesto en Europa prácticamente hasta la última jornada. Esta vez, el objetivo es dar un paso más y finalizar el campeonato entre los siete primeros, lo que prácticamente garantiza una plaza en una competición continental.
Los cuatro primeros de la Liga española van a la Liga de Campeones y el quinto y el sexto, junto con el ganador de la Copa, a la Liga Europa. Si gana la Copa el Barcelona, que acabará seguro entre los primeros clasificados, el séptimo también disputaría la segunda competición continental. Si la gana el Sevilla, el séptimo jugará la Liga Europa siempre y cuando el equipo de Unai Emery acabe por delante en la tabla. El ganador de la Liga Europa también gana una plaza en la 'Champions', pero eso no otorga una plaza extra para las competiciones continentales a no ser que el equipo en cuestión acabe su campeonato fuera de los puestos europeos, por lo que al Celta no le afecta. Sus cuentas son claras: acabar entre los seis primeros o ser séptimo con el Sevilla por delante y/o el Barcelona como ganador de la Copa del Rey.
El vestuario celeste comenzó la campaña apuntando a la permanencia como meta, pero a estas alturas nadie oculta ya que el objetivo es Europa. "Lo que viene a partir de ahora es ir a por otro objetivo e intentar quedar lo más arriba posible en Liga. Si podemos meternos en Europa, sería un sueño para todos", aseguró tras el entrenamiento de ayer Carles Planas. "Lo que nos gustaría es mejorar el octavo puesto del año pasado. Veremos si lo conseguimos, pero tenemos la máxima ilusión y sería muy bonito meternos entre los siete primeros", añadió el catalán, que destacó las "sensaciones positivas" que dejó el partido del jueves ante el Sevilla, pese a la eliminación: "Sabíamos que la semifinal se había puesto muy difícil después del resultado de la ida, pero el equipo dio la cara en todo momento y peleó hasta el final. Incluso tuvimos nuestra oportunidad, aunque por desgracia duró poco porque nos metieron el 2-1 prácticamente en la primera ocasión en juego que tuvieron".
La Copa le ha pasado factura al Celta. Centrado en el torneo del KO, en el que llegó a semifinales por décima vez en su historia, los resultados en Liga se han resentido. Una victoria, un empate y cinco derrotas en las siete últimas jornadas han sacado al equipo de Eduardo Berizzo de las posiciones europeas por primera vez en toda la temporada. El Celta ha estado buena parte de la campaña en puestos de Liga de Campeones (en quince de las dieciséis primeras jornadas), pero su mala racha en Liga le ha llevado hasta la séptima posición, con el Villarreal –cuarto– a diez puntos vista. La 'Champions' está quizás demasiado lejos, pero el Celta está metido de lleno en la pelea por Europa, en la que se centrará a partir de ahora.
El quinto es precisamente el Sevilla con 37 puntos, dos más que el Athletic –sexto– y el Celta. Por detrás están el Eibar con 33 puntos, el Deportivo con 31 y el Málaga con 30. El conjunto vigués ha demostrado hasta la fecha que está capacitado para habitar en la zona noble de la tabla, pero tendrá que confirmarlo en los tres últimos meses del campeonato. De aquí al 15 de mayo, fecha del último partido de Liga ante el Atlético en el Calderón, el Celta disputará quince encuentros y se enfrentará a todos sus rivales directos por Europa salvo el Sevilla, con el que empató el pasado domingo en Balaídos.
El primer paso hay que darlo mañana en el Camp Nou y con seis bajas, los lesionados Nolito y Fontás y los sancionados Orellana, Aspas, Sergi Gómez y Bongonda. Pese a las numerosas ausencias y el nivel de un Barça que lleva 29 partidos seguidos sin perder, la plantilla celeste no descarta repetir sorpresas como la del curso pasado en el estadio blaugrana (0-1) o la de la primera vuelta en Balaídos (4-1). "Somos conscientes de que tienen un gran equipo y están en un gran momento de forma, pero nosotros también tenemos muy buen equipo y hemos demostrado que podemos plantarle cara a todos los conjuntos de la categoría", aseguró ayer el exblaugrana Planas.n
