El moañés, que manejó varias ofertas y no garantiza su retirada en el Celta, vería como un fracaso no entrar en Europa
El nivel de los objetivos de Iago Aspas es el mismo que el de su fútbol. Y como se siente capaz de casi todo dentro de un terreno de juego, quiere que su equipo, el Celta, se sienta también capaz de competir con los mejores año tras año. Por eso, ayer admitió sin tapujos que no clasificarse para una competición europea esta temporada "para mí sí sería un fracaso". Importante el "para mí", porque el moañés es consciente de que el club no respalda esas palabras. Pero él las dice. Porque las siente.
"Para mí sí sería un fracaso. Yo quiero volver a Europa, ya lo dije la temporada pasada. Y tanto yo como mis compañeros vamos a luchar lo máximo posible. Es mi punto de vista. El Celta como club supongo que no lo ve así porque en presupuesto seremos el undécimo y no vamos a poner el objetivo de estar entre los seis primeros temporada tras temporada", explicó ayer la estrella celeste. Eso sí, sus sueños no alcanzan la ambición de los de Facundo Roncaglia, que la semana pasada apuntó incluso a la Liga de Campeones: "Soy optimista y quiero estar lo más arriba posible, pero lo más cercano es la Liga Europa. La disfrutamos muchísimo el año pasado y es donde podemos merecer estar".
El pichichi céltico sabe que se han perdido tres oportunidades en las tres últimas jornadas, pero las matemáticas le dicen que todo sigue al alcance. "Llevamos tres jornadas con posibilidades de ponernos séptimos. No ganamos ninguna de las tres y seguimos estando ahí. Como dijo el míster, esto es una maratón", comentó, antes de no decartar el término final para definir el partido de mañana en Balaídos ante el Eibar, séptimo clasificado: "Puede ser visto de esa manera". Dentro de este discurso clasificatorio, y en su versión realista, añadió sobre la irregularidad del conjunto celeste: "No podemos estar siempre rozando el diez porque si no la mitad de los jugadores no estarían en el Celta".
Llegado a este punto, la cuestión es si la excelencia en la que se ha instalado Aspas en los últimos tiempo tendrá cabida dentro de ese marco del Celta en el futuro. Él advierte de que varios clubes, entre ellos el Beijing Guoan chino, han mostrado interés por él en las últimas semanas –"y el club lo sabe"–, pero aclara que tenía claro que en este momento no piensa en salir por "el proyecto ilusionante" del Celta y porque "está el aliciente de poder estar en un Mundial".
Pasada esa frontera de este verano, Aspas evita con inteligencia comprometer su palabra con un dircurso cerrado de retirada en el Celta, ante la imposibilidad de conocer el futuro y con el importante matiz de su felicidad actual en el club vigués. "Estoy muy tranquilo. Renové hace un año y poco por cuatro o cinco temporadas más y estoy muy contento aquí. Sé que hubo interés de otros equipos, no sólo de China. Pero ya dije que estoy muy contento aquí, tenemos una temporada ilusionante porque queremos volver todos a Europa; también está el aliciente de poder estar en un Mundial", comentó. Y añadió que "nunca sé lo que va a pasar en el futuro. Renové cinco años para estar los máximos años posibles aquí. Si no, habría renovado por uno o dos pensando en volver a marcharme. Siempre he dicho que quiero estar el máximo de años posible aquí. Me siento querido, estoy con mi familia y mi gente. No puedo decir si en cinco o tres años me podría ir. Porque a lo mejor dentro de un año el club me da una patada o me la voy a dar yo".
En esta tesitura y, aunque cree que los 40 millones de su cláusula no son tan asumibles, se muestra dispuesto a negociar su incremento. "Por supuesto. Yo ya he dicho que estoy muy contento aquí y la decisión la tendría que tomar el club. Nunca me quejé de eso", dijo.n
