Las zonas de bajas emisiones de Vigo no tendrán multas al menos durante el primer año

El Concello no multará a los vehículos que circulen por las cuatro zonas de bajas emisiones que se establecerán en la ciudad como mínimo durante el primer año desde su entrada en vigor. Esa es la premisa con la que trabaja el gobierno local para la elaboración de la ordenanza que regulará estos espacios y que se espera aprobar antes del verano para su entrada en vigor.

Si bien contar con este tipo de zonas de bajas emisiones es una obligación establecida por la Unión Europea en todas las ciudades con más de 50.000 habitantes, cada municipio tiene cierto margen para regularlas a partir de estas ordenanzas, como el tipo de multas que se pueden aplicar y las cantidades que puede llegar a suponer su incumplimiento Desde el Concello de Vigo buscan transmitir “sosiego” manteniendo que, en cualquier caso, la delimitación viguesa que excluya a los vehículos más contaminantes “no va a ser coercitiva”. A pesar de todo, la red de equipamientos tecnológicos y cámaras instaladas en las cuatro zonas establecidas en la ciudad así como el software que la gestionará permitirá la generación de propuestas de sanciones, con lo que el sistema está preparado para poner multas llegado el momento.

La redacción de la ordenanza es clave para tratar de garantizar la seguridad jurídica de la regulación. En ciudades como Madrid, incumplir la normativa de las zonas de bajas emisiones supone multas de 200 euros, aunque su continuidad en la forma en la que están establecidas actualmente está en duda después de que el año pasado un juzgado sentenciase que no se había cumplido el procedimiento legalmente establecido a la hora de aprobar la norma. En el caso de Barcelona, las multas empiezan desde los 100 euros y pueden llegar a superar los 1.000, aunque de forma similar a lo que ocurrió en Madrid, su ordenanza inicial fue anulada en los tribunales, aunque en ambas ciudades se sigue sancionando aunque se replantearon las regulaciones.

De seguir un camino similar al de otras ciudades de España, las restricciones podrían permitir circular libremente a los vehículos con etiqueta Cero, como eléctricos puros, de hidrógeno e híbridos enchufables con más de 41 kilómetros de autonomía eléctrica. Los coches con etiqueta Eco, incluyendo híbridos y vehículos de gas, tendrán también acceso sin restricciones a las zonas. Los vehículos con etiqueta C (gasolina desde 2006 y diésel desde 2014) y B (gasolina desde 2000 y diésel desde 2006) también podrían circular pero no estacionar en superficie dentro de estas zonas, salvo para los residentes. Los coches de gasolina anteriores al 2000 y diésel anteriores al 2006 no podrían circular, a no ser que pertenezcan a residentes empadronados o personas con discapacidad o movilidad reducida.

La sala de control de tráfico amplía su equipamiento

Además de todas las cámaras y equipos técnológicos que se han instalado en las calles de Vigo para controlar que los vehículos cumplen la normativa de las zonas de bajas emisiones, la sala de control de tráfico del Concello, ubicada en Praza do Rei, también se ha renovado. En concreto, se instalaron nuevos servidores para gestionar todas las aplicaciones y accesorios, así como unidades de almacenamiento para mantener los registros de las grabaciones de vídeo durante 30 días como máximo.

Los técnicos también podrán revisar toda la información a través de un ‘videowall’ que funciona de forma ininterrumpida con monitores de 55 pulgadas en los que se representarán imágenes de las cámaras, datos y estadísticas en tiempo real como datos de matrículas, fecha, hora, marca, modelo y color de un vehículo, su nacionalidad, tipo y categoría. A través de un puesto de control, se gestionará y monitorizará toda la plataforma.

Para la generación de las listas de las listas de vehículos cuyo acceso está permitido, el sistema tendrá como fuentes la base de datos de vehículos de la DGT, así como la plataforma ciudadana de Solicitud de Autorizaciones. La base de datos de la DGT incluye los distintivos y la categorización de cada vehículo para discriminar si se ven o no afectados por las restricciones. También se dispondrá de un software de monitorización de las propias instalaciones capaz de enviar alarmas de mantenimiento.