La violencia doméstica se extiende en Vigo a los abuelos como víctimas
La Fiscalía abre una media de diez diligencias al año por agresiones o maltrato hacia los mayores de la familia
Un hombre de 76 años perdía parte del dedo pulgar al recibir supuestamente un mordisco de su nieto, de 26, durante una discusión familiar en la vivienda de Redondela, el pasado de mes de agosto. Un año antes, una joven de 32 años era detenida por la Policía Local de Vigo después de presuntamente zarandear y apretar el cuello a su abuela, de 88 años, y con demencia, para obligarla a decirle el pin de su tarjeta de crédito.
Estos son solo dos de los casos de violencia doméstica registrados en poco más de un año en el área de Vigo en los que la víctima es uno de los mayores de la familia. Las denuncias por agresiones en el seno familiar se han incrementado en los últimos años en Vigo y provincia. Aunque el aumento más preocupante está relacionado con la violencia de hijos a padres, la llamada filioparental, duplicando las causas judiciales desde 2018, la memoria de la Fiscalía refleja que entre las víctimas también se encuentran los abuelos.
El último informe del Ministerio Público provincial hecho público a finales de 2023 sobre el ejercicio anterior, apunta a una constante en las diligencias abiertas por este tipo de situaciones en Vigo y provincia que, desde la pandemia se mantienen en una media de diez causas al año.
Si en el caso de las agresiones a progenitores, un tercio son protagonizados por menores, hacia los mayores de de la familia, los nietos tienen por encima de los 18 años. Las discusiones por asuntos económicos, ligados en algunos casos al consumo de estupefacientes y a problemas psiquiátricos, en otros, tal y como constatan desde la oficina de atención a las víctimas de los juzgados.
Los delitos por violencia doméstica que superaron en Vigo y provincia los 2.000 durante 2022 y que el año pasado ya generaron más de cuarenta juicios penales solo en los juzgados vigueses siguen teniendo en los hijos, las víctimas más numerosas, seguida de los progenitores, además de parejas y exparejas, cuando no son casos de violencia de género, los nietos y otros familiares, en menor medida.
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