METEOROLOGÍA
Una masa de aire frío y nevadas reciben el invierno
Tiempo de verano en pleno otoño, recordando en parte el episodio ocurrido en 2017, cuando coincidió la sequía con el bajón del nivel de los embalses y una ola de calor que llevó los termómetros por encima de los 30 grados. La llegada de fuertes vientos, por la cola de un ciclón tropical que se acercó hasta la península, fue definitivo entonces para provocar la peor ola de incendios en el entorno de Vigo, en octubre de hace ocho años. Ayer, la temperatura alcanzó los 27,2, la más alta en más de un mes, tras un septiembre que fue muy flojo, donde se marcó a principios poco más de 27 grados. Todavía era verano, aunque agosto también resultó decepcionante, salvo los primeros diez días, en que se alcanzaron las máximas del año. A partir del día 12, las nieblas se hicieron dueñas de la Ría y el termómetro apenas superó los 25 o 26 grados en la segunda quincena.
Así que ayer fue la jornada más cálida desde agosto debido a la presencia de un anticiclón que impide la llegada de lluvias y que parece que todavía seguirá durante una semana más al menos. Y eso provocará que las presas de abastecimiento continúen bajando a un ritmo sostenido de tres puntos a la semana: Eiras está al 53 por ciento y Zamáns en términos similares, en tanto que Baiona está cerca de tocar fondo. Hay agua para tres meses en el peor de los escenarios, según coinciden la Consellería de Medio Ambiente, que gestiona las instalaciones hidráulicas, y el Concello, aunque ya resulta visible el descenso del aforo de Eiras. Vigo y otros 15 ayuntamientos del entorno -todos los de la Ría- están en situación de prealerta por escasez de agua. En 2017 se llegó a la alerta, con Eiras al 37 por ciento a principios de diciembre: luego, tres días de intensas lluvias en Fornelos fueron suficientes para recuperar el máximo nivel y archivar el proyecto urgente de trasvase desde el Verdugo.
Mientras tanto, el “veroño” sigue mandando, con cielos azules, sin nubes. En Vigo fueron 27,2, en el control de Meteogalicia en el centro urbano, y en Cíes 26,6. En el área metropolitana Porriño y Ponteareas llegaron a 27,5, pero la más elevada fue la temperatura de Pontevedra, con 28,6 grados. A Coruña no pasó de 21 grados. El pronóstico meteorológico anuncia estabilidad, cielos despejados y altas temperaturas.
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