METEOROLOGÍA
Una masa de aire frío y nevadas reciben el invierno
La ciudad ahorró un 5% respecto al consumo habitual de agua desde que el Concello impuso medidas para reducir el gasto con el objetivo de hacer frente al riesgo de sequía. Así lo informó ayer el alcalde Abel Caballero tras mantener una reunión con su homólogo en Baiona, Jesús Vázquez Almuíña, para analizar la situación del abastecimiento ante el descenso de ocupación en los embalses del área por la falta de lluvias, particularmente en el municipio del Val Miñor.
Caballero afirmó que “tuvimos un ahorro importante” y valoró que “la ciudad de Vigo se esmeró y las cuestiones resultaron bien”, en referencia a las medidas anunciadas ya el pasado mes de agosto ante la caída de las reservas cuando se prohibieron el llenado de piscinas, los lavados de coches, los baldeos y se cortó el agua para las duchas en la playa. Ahora, esta semana, el alcalde se dirigió también a la industria y los grandes consumidores, para procurar favorecer un ahorro aún mayor.
El alcalde reivindicó que Vigo tomó también otro tipo de medidas, como la construcción de una nueva potabilizadora, que permite aprovechar más y mejor el agua embalsada. No obstante, invitó a hacer una “reflexión colectiva” sobre el abastecimiento en la comarca, tras recordar que la presa principal que abastece Vigo, la de Eiras, tiene ahora mismo agua asegurada para unos 90 días.
Caballero destacó que la nueva potabilizadora, ya en funcionamiento, permitió optimizar el uso de los recursos disponibles y mantener el suministro sin restricciones pese al descenso del nivel en los embalses. Según explicó, la inversión de 23 millones de euros en la planta resultó clave para aprovechar el agua de Eiras incluso cuando su concentración de hierro aumenta con el descenso del caudal.
El regidor insistió en que “esa obra la pagó íntegramente Vigo” y subrayó que “gracias a ella tenemos hoy garantizados 90 días de agua”, mientras que sin esa infraestructura la reserva se habría reducido a “entre 20 y 30 días”.
Caballero volvió a pedir prudencia en el consumo y apeló a la colaboración de toda la ciudadanía, las empresas y las instituciones del área metropolitana.
A día de hoy los embalses de Vigo se encuentran alrededor del 50% de su capacidad y la situación más preocupante del área es precisamente la de Baiona, donde la presa de Baíña está a en estos momentos al 25%, según los datos de Augas de Galicia.
Por esta razón, Vázquez Almuíña solicitó la reunión a Caballero para coordinar la posibilidad de que el embalse de Zamáns, que ya abastece a Nigrán, haga llegar su agua también hasta Baiona para hacer frente a la escasez. La decisión definitiva se tomará la próxima semana tras evaluar la situación después de las posibles lluvias previstas para los próximos días, que podrían aliviar la escasez.
Vázquez Almuíña explicó que Baíña está en niveles “bastante bajos” y que, además de contactar con el Ayuntamiento de Vigo, también se reunió con el de Nigrán y con Augas de Galicia para trasladar la situación y la posibilidad de conectarse con la presa de Zamán a través del municipio vecino nigranés.
“Es posible que el fin de semana y la semana que viene comience a llover de forma ya importante y no sea necesario, pero realizamos estos trámites para, en caso necesario, poder realizarlo”, explicó el alcalde de Baiona, que señaló que, en caso de lluvias persistentes, el embalse de Baíña “se recupera bien” y podría volver a estar “al cien por cien” en tan solo dos o tres semanas.
Tras el encuentro mantenido ayer, Abel Caballero aseguró que Vigo “nunca jamás negará el agua a ningún municipio del área y que”, por tanto, Baiona tendrá suministro de Zamáns tan pronto como la necesite, debido a su “compleja situación”.
Caballero advirtió de que las posibilidades de que una sequía pueda dejar a Vigo y al resto de municipios de la zona sin agua “son verosímiles”, por lo que repitió su petición de que se construya una pequeña presa aguas arriba de la presa de Eiras, en el río Oitavén. Caballero remarcó que tendría “cero impacto medioambiental”, y permitiría doblar el volumen de agua embalsada.
Esta medida se recoge en un estudio de alternativas que fue entregado en 2022, y que contempla también otras actuaciones, para garantizar el suministro no solo a Vigo, sino a otros municipios del área, entre ellos el de Baiona (actuaciones con las que la Xunta no está de acuerdo por su impacto y coste, y considera que deberían ser acometidas por el Gobierno por su interés general). El estudio contempla también una captación en la confluencia del Oitavén y el Verdugo, y un bombeo desde el Miño hasta la presa de Zamáns para garantizar el suministro a Nigrán y Gondomar.
Por su parte, Vázquez Almuíña constató que hay varias alternativas sobre la mesa, y pidió que sean los técnicos, tras un “estudio profundo y la colaboración entre todos”, los que den “una solución global”.
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