La UVigo ve como “punto de partida” el puesto en Shanghai

Universidad

El equipo rectoral de la institución viguesa ve el resultado negativo del ránking Shanghai como “un punto de partida” para fortalecer la investigación y reclamar más recursos

La UVigo deberá remontar unos 300 puestos para volver a su lugar habitual en el ránking.
La UVigo deberá remontar unos 300 puestos para volver a su lugar habitual en el ránking. | Vicente Alonso

Cuando Manuel Reigosa se proclamó rector de la Universidad de Vigo, en julio de 2018, se puso un objetivo a largo plazo: colocar a la institución viguesa entre las 500 mejores del mundo en el ránking Shanghai, la más prestigiosa de todas las clasificaciones munciales. Por aquel entonces, la UVigo gozaba de una relativamente cómoda posición –luchada cada año intentando no perder comba, ya que todas las universidades lo ponen todo en el asador para escalar posiciones– en el escalafón 501-600 de dicho ránking.

Esa es la posición que mantuvo durante todo el mandato de Reigosa hasta 2024, en el que bajó 300 puestos de una sola vez, colocándose en el escalafón 801-900. Todo ello porque, por primera vez en muchos años, ningún investigador de la UVigo aparecía en la lista Clarivate como uno de los más citados del mundo. Curiosamente, lo mismo le había ocurrido el año anterior a la USC. Sin embargo, la institución compostelana logró recuperarse en 2024 del ‘golpe’ mientras que la UVigo mantuvo su posición en el ránking de este año, publicado el viernes. Por lo tanto, salvo una gran remontada en tan solo un curso académico, Reigosa no podrá cumplir su objetivo de dejar a la UVigo entre las 500 mejores, ya que dejará el cargo a mediados del próximo julio –ya ha cumplido el máximo de ocho años repartidos en dos mandatos– y el ránking Shanghai de 2026 saldrá en agosto.

La vicerrectora de Investigación y Transferencia de la UVigo, Belén Rubio, opta por ser optimista a la hora de valorar los resultados del ránking de este año. “Aunque figuramos en el tramo 801-900, este resultado es motivo de orgullo y de impulso para seguir avanzando. Mantenernos entre el selector grupo de 1.000 universidades mejor valoradas del mundo no sólo es un reconocimiento a la calidad de nuestra investigación, sino también la prueba de la eficacia de nuestro sistema público ante recursos limitados”, apunta en declaraciones a este periódico.

Rubio considera que los resultados del ránking son “no una meta final, sino un punto de partida” para reivindicar “el compromiso de nuestra universidad y del sistema público universitario en Galicia y España”. De hecho, solamente la UVigo y la USC aparecen en esta clasificación, con la otra universidad gallega –la UDC– ausente a pesar de tener la misma edad que la institución viguesa. En apenas tres décadas, la UVigo logró ponerse a la altura de la universidad compostelana en la clasificación más importante durante muchos años y, aunque ha perdido comba, el objetivo será, con el rector o rectora que la comunidad universitaria elija en 2026, volver a ese lugar.

Talento para escalar posiciones

La vicerrectora de Investigación y Transferencia de la UVigo, Belén Rubio, apuesta por seguir fomentando la innovación para continuar como una de las universidades reconocidas entre las 1.000 mejores del mundo. “Es el momento para reclamar una mayor inversión en I+D, fortalecer nuestra autonomía institucional y diseñar estrategias ambiciosas”, indica. Añade que “sólo así podremos impulsar nuestra capacidad científica, atraer y retener talento para escalar posiciones en futuras ediciones del ránking”. Precisamente, a raíz de la nueva ley de Universidades (LOSU), cada comunidad autónomo se compromete a invertir el 1% del PIB en universidades antes de 2030 y los rectores empezarán en breve a negociar el nuevo plan de financiación, por lo que la UVigo tratará de conseguir más fondos estructurales.

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