La única clínica autorizada para abortos en Vigo practica 600 al año: el 20% son portuguesas

Sanidad

En el país vecino el tope de semanas para interrumpir el embarazo son 10, mientras que en España son 14

Un profesional realiza una ecografía. // EP
Un profesional realiza una ecografía. // EP

La Clínica Castrelos de Vigo realiza una media de 600 abortos al año, de los que un 20% son de mujeres procedentes de todo el norte de Portugal que pasan de las 10 semanas de embarazo, el tope máximo que marca la ley en el país vecino para acogerse a esta posibilidad.

Esta clínica viguesa y otra situada en Coruña son las únicas que están autorizadas en Galicia para realizar interrupciones voluntarias de embarazo a pacientes con menos de 14 semanas de gestación.

El responsable de la clínica viguesa, el ginecólogo Elías García Climent, asegura que atienden a diez mujeres portuguesas al mes (unas 120 al año) procedentes de Oporto y de muchas otras localidades de todo el norte luso. La gran mayoría son mujeres que acuden por superar las 10 semanas de embarazo aunque sea por pocos días, porque la sanidad pública lusa ya no acepta practicar el aborto, pero también tienen casos de otras mujeres con menos tiempo de gestación que vienen por el anonimato, para que no quede registrado en su país. “Diez semanas es poco tiempo, hay personas que lo solicitan en su país con nueve semanas y media, pero como les tardan en dar la segunda cita a lo mejor ya están de diez semanas y dos días y ya no pueden”, explica.

Según el semanario luso Expreso, el año pasado 530 portuguesas fueron a España para abortar. Portugal tiene sobre la mesa de los políticos el debate sobre la ampliación de este plazo hasta las 12 o las 14 semanas, como sucede en el 85% de los países europeos, pero por ahora no hubo acuerdo.

Elías García pone en duda los datos de las últimas estadísticas relacionadas con los abortos, porque en su opinión es difícil de creer que hayan aumentado el año pasado. Considera que en realidad ocurre lo contrario. “Aun así hay demanda, pero cada vez hay menos trabajo”.

En el área de Vigo la situación es un poco diferente al resto de Galicia porque aquí la sanidad pública asume todos los casos que le llegan.

Presencia de extranjeros

Además del importante volumen de mujeres portuguesas, en la Clínica Castrelos notan otras tendencias que se producen en la sociedad. La llegada masiva de ciudadanos procedentes de Venezuela a Vigo y a otras zonas de Galicia se tradujo en un buen número de mujeres de este país que solicitan una interrupción voluntaria del embarazo. Esta novedad ha hecho también que bajase la media de edad de las mujeres que quieren un aborto. Señala que actualmente la media puede estar en los 27 años.

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