Soler: “El nuevo fármaco para la obesidad evitará cirugías”

Salud

El tratamiento que existía conseguía bajar entre un 6% y un 8% del peso total, el que se comercializa ahora es mucho más eficaz y reduce entre un 16% y un 18% en sus dosis máximas

El médico internista Juan José González Soler.
El médico internista Juan José González Soler.

La aparición de un nuevo fármaco para tratar la obesidad, que se puede adquirir desde el pasado día 1 de mayo y se llama Wegovy, marcará un punto de inflexión en el abordaje de esta enfermedad, según afirma el presidente de la Sociedad Gallega de Medicina Interna, Juan José González Soler. Es un tratamiento para el que se necesita receta y que debe ir acompañado de ejercicio físico y cuidados nutricionales para obtener los mejores resultados.

¿Qué cambia? Ya existía un fármaco de la misma familia (análogos de GLP-1) que era eficaz para perder peso, porque la comida se retenía más tiempo en el estómago, se ralentizaba la digestión y el paciente se saciaba antes. Conseguía bajar entre un 6% y un 8% del peso total. El nuevo medicamento, cuyo principio activo es la semaglutida y funciona con el mismo mecanismo, reduce el peso entre un 16% y un 18% en sus dosis máximas. Otra novedad es que se puede inyectar una vez por semana en lugar de diariamente, con lo que se gana en comodidad.

Es un tratamiento que por ahora no está financiado (el paciente lo tiene que comprar con receta y pagar en su integridad) y se espera que baje su precio en próximos años porque “hay muchas moléculas de esta misma familia o de otras parecidas que están en desarrollo y se van a comercializar en los próximos años”, explica.

El nuevo fármaco está indicado para pacientes con índice de masa corporal por encima de 30 o que tengan índice de masa corporal superior a 27 pero con alguna comorbilidad como problemas respiratorios, cardiovasculares, articulares y de otro tipo.

¿Evitará cirugías? Claramente sí. Al lograr la reducción del 20% del peso, pacientes que eran candidatos a una cirugía bariátrica no tendrán que pasar por quirófano. Es también una alternativa para los que no podían someterse a esta cirugía por sus condiciones de riesgo. Es un grupo importante de pacientes para los que se abre una nueva esperanza.

González Soler recalca que el fármaco por sí solo no es la solución, porque la obesidad es una enfermedad crónica y compleja que se debe abordar desde distintos puntos de vista para que sea eficaz. El tratamiento es también psicológico, nutricional, metabólico, de educación física, por lo que recomienda ponerse en manos de unidades especializadas. “La tasa de éxito es mucho mayor. Nos llegan pacientes que llevan toda la vida a dieta y con una relación patológica con la comida. Hay que revertirlo y no es sencillo”. Hasta ahora, muchos pacientes acababan rindiéndose porque no había muchas opciones de tratamiento. Por otro lado, pide que no se banalice, refiriéndose a quienes solo tienen interés en perder un par de kilos de cara al verano en lugar de considerar que es una enfermedad.

14 sociedades científicas piden que sea enfermedad

España no reconoce la obesidad como una enfermedad, a pesar de lo que dice la OMS y todas las sociedades científicas. Dar este paso tiene implicaciones legales y económicas muy relevantes porque más de la mitad de la población española tiene un exceso de grasa. Esto no impide que se considere como un problema de salud de primer orden.

La Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad y 14 sociedades científicas de España se pusieron de acuerdo para elaborar una guía que incluye recomendaciones para el abordaje multidisciplinar de esta enfermedad. Defienden que es una patología con entidad propia, que causa otras enfermedades como diabetes tipo 2, hipertensión, problemas cardiovasculares, cáncer, y que además empeora el pronóstico de cualquier otra enfermedad. Por otro lado, consideran que si se reconoce como enfermedad se podría adoptar una solución como la de Reino Unido y definir los perfiles de pacientes de mayor riesgo para que puedan entrar en programas de tratamiento financiados.

El 20% de la población es obesa y un 40% tiene sobrepeso

Las cifras de la obesidad son alarmantes y van en aumento. No hay más que mirar alrededor. Alrededor del 20% de la población es obesa y un 40% tiene sobrepreso. Las causas tienen que ver con factores genéticos, sociales (malos hábitos) trastornos emocionales, alteraciones hormonales, así como una ingesta de calorías cada vez mayor en una sociedad muy sedentaria. González Soler apunta que nuestros padres y abuelos hacían más ejercicio físico y tenían un gasto calórico mayor que las siguientes generaciones en las que adultos y niños pasan muchas horas sentados ante una pantalla. Además, hay otros factores que influyen en la acumulación de grasa en el organismo como una mala higiene del sueño o el estrés.

Por otro lado, hay personas que no ven el riesgo y se fijan solo en los aspectos estéticos. “No se dan cuenta de que un niño con obesidad tiene mayor riesgo de contraer otras enfermedades”, subraya.

El tratamiento es prolongado y abarca muchos frentes. Uno de ellos es el psicológico porque es una enfermedad con mucho estigma. “Hay gente que lo ve como una falta de voluntad o de control, pero hay que verlo como una enfermedad en la que intervienen distintos especialistas”.

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