El sol cubre ya el 20% de la factura eléctrica del Cunqueiro

El hospital vigués empezó en sus orígenes con 750 paneles solares, y ya era pionero entonces, pero en los últimos meses instaló hasta 5.422 módulos solares de silicio monocristalino

La instalación fotovoltaica del Hospital Álvaro Cunqueiro se compone de 5.422 módulos solares distribuidos en la cubierta.
La instalación fotovoltaica del Hospital Álvaro Cunqueiro se compone de 5.422 módulos solares distribuidos en la cubierta.

Las energías renovables son una firme apuesta y una señal de identidad del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. Una vista aérea del hospital demuestra la veracidad de esta afirmación porque apenas queda un espacio libre en la cubierta para añadir un módulo solar más. Hay otras iniciativas como las dos calderas de biomasa para producir energía térmica, el hecho de contar con un rebaño de cabras para evitar el combustible necesario para cortar la hierba o que se esté trabajando en una planta de compostaje. Volviendo a la energía del sol, el Cunqueiro empezó en sus orígenes con unos 750 paneles solares, y ya entonces se consideraba pionero y fue noticia por eso, pero es que a día de hoy multiplicó por siete su capacidad. El hospital de Beade desplegó en los últimos meses nada menos que 5.422 módulos solares de silicio monocristalino, con los que genera electricidad para su autoconsumo. La potencia pico total de la instalación es de 3.578 kWp (un kWp es la unidad de medida de la potencia máxima en kilovatios).

La instalación solar fotovoltaica del Cunqueiro es capaz de entregar al edificio la totalidad del consumo eléctrico que necesita en momentos puntuales de alta irradiación solar, principalmente en los meses más cálidos, aunque lo esperado y la media habitual es que aporte el 20% de la energía eléctrica que se gasta a lo largo del año. Ese 20% corresponde aproximadamente a 4 millones de kWp, según informan desde la concesionaria.

¿Cómo funciona una instalación solar fotovoltaica? Según explican, su funcionamiento se basa en el efecto fotoeléctrico, que es la capacidad que muestran ciertos materiales de producir electricidad cuando se encuentran bajo la influencia de una radiación electromagnética como la luz solar. La energía eléctrica generada por este efecto es en forma de corriente continua, por lo que es necesario que existan unos equipos electrónicos, llamados inversores, que adapten la energía producida por los paneles solares a las condiciones de la red en forma de corriente alterna.

La instalación se centra en el autoconsumo sin excedentes, de modo que existe un sistema que condiciona la producción de la planta fotovoltaica a un nivel para que no se vierta energía a la red.

Por otro lado, al funcionar por la radiación solar, su producción de energía es inagotable y está libre de emisiones de CO₂ así como de otros gases de efecto invernadero. La otra cara de la moneda es que al depender del sol, su producción es variable e intermitente, y no dispone de su aporte durante la noche.

La concesionaria aprovechó todas las superficies de cubierta más interesantes por su orientación, capacidad estructural y sombras. No caben más y si fuera necesaria una ampliación habría que utilizar terrenos de la parcela.

Supervisarán el funcionamiento de los módulos con un dron

Los módulos solares están funcionando en su totalidad, aunque están terminando la fase de pruebas. En concreto quedan por hacer una serie de ensayos como realizar un análisis termográfico con un dron para comprobar que no existan fallos o “puntos calientes” en las conexiones entre los distintos elementos cuando están a pleno rendimiento.

Por otro lado, en Vigo destaca el caso de Stellantis, con una instalación de grandes dimensiones como corresponde a una industria de estas características. La fábrica viguesa dispone de una planta de generación de energía fotovoltaica, ubicada sobre las cubiertas de las naves, que suministra el 15% de la energía eléctrica consumida en el proceso de producción y que tiene 33.000 paneles solares.

Otras instituciones, como la Universidad de Vigo, llevan años empeñados en reducir la huella de carbono y apostaron por la instalación de complejos fotovoltaicos de autoconsumo.

En el Cunqueiro instalaron desde hace unas semanas unos paneles informativos en el vestíbulo principal que indican la producción eléctrica de los paneles solares en tiempo real, así como el ahorro de emisiones de CO₂ a la atmósfera y el equivalente en árboles plantados.

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