Samil, libre del “cortavientos” en la arena tras intervenir la Policía Local

La playa de Samil lució ayer libre de ‘cortavientos’ por primera vez en semanas después de que la Policía Local interviniese ante la proliferación de su uso con la finalidad de parcelar el arenal, que prohibe la ordenanza municipal como avanzó hace una semana Atlántico.

Durante la mañana, el Concello informó a través de la megafonía de que el uso de estos paravientos para limitar espacios en la playa no estaba permitido. Algunos de los bañistas que ya los habían instalado en el arenal, la gran mayoría de ellos portugueses, comenzaron a desmontarlos. A continuación, agentes de la Policía Local recorrieron Samil para avisar a todas aquellas personas que todavía los mantenían. Ya durante la tarde, la playa lucía libre de estas estructuras. A partir de hoy, los bañistas que vuelvan a emplearlos se enfrentarán a multas que podrán ascender hasta los 1.500 euros.

El alcalde Abel Caballero aseguró durante una intervención en el programa “Mañaneros” de TVE que se trata de un problema “relativo”, porque Samil “tiene kilómetro y medio, en Vigo hay unas 50 playas y por tanto espacio hay”. Con todo, añadió que “algunos abusan”, ya que “no es una decisión para tapar el viento, es para ocupar una parcela, un espacio”.

El regidor explicó que la normativa municipal “prohíbe que haya ningún obstáculo para que salvamento y socorrismo pueda actuar”, ya que “si se encuentran con un obstáculo delante se retrasan”. Por ello, explicó que se uva a advertir “a todo el mundo y si eso sigue así pondremos multas, la primera son 750 euros, no son menores y las vamos a imponer, si reincides vamos a 1.500 euros”.

Caballero aseguró que confía en que “esto en un par de días o tres estará controlado”. Reconoció que “es principalmente gente que no conoce bien la normativa de la playa, ahora se la estamos contando bien y en seguida empatizan y desaparecen todos”. En Portugal son habituales, al contar con playas muy ventosas, pero no ocurre lo mismo en las Rías Baixas, donde su uso hasta este veranoera prácticamente inexistente.