Rosaura Leis: “Los hijos vivirán menos que sus padres y abuelos”

Las organizaciones del sector pesquero promueven cada vez más jornadas sobre los beneficios de la dieta atlántica en la que pescados y mariscos juega un papel esencial

Las cifras de sobrepeso y obesidad en la población infantil y juvenil son alarmantes.
Las cifras de sobrepeso y obesidad en la población infantil y juvenil son alarmantes. | jorge santomé

La industria de la pesca y las distintas organizaciones del sector promueven cada vez más jornadas para concienciar sobre la importancia de la dieta saludable, en la que el pescado juega un papel esencial, y lo hacen contando con la opinión de los expertos en la materia. Hace menos de dos semanas fue Orpagu, la asociación de palangreros guardeses, la que celebró un encuentro en el que participaron el cardiólogo Guillermo Aldama y la catedrática de Pediatría de la USC, Rosaura Leis, que es también investigadora (IDIS y CiberObn) y vicepresidenta de la Fundación Dieta Atlántica.

Rosaura Leis no se cansa de repetir un mensaje para alertar sobre la situación actual y para convencer de que urge tomar medidas: “nuestros hijos van a vivir menos que sus padres y sus abuelos, y esto se debe en gran parte a la dieta”.

Señala que las cifras de obesidad y sobrepeso en la población infantil y juvenil son alarmantes y considera que una de las causas es el abandono de la dieta atlántica gallega. La dieta atlántica es una alimentación en la que predominan los productos de proximidad, de temporada, frescos y mínimamente procesados, además de abundar los alimentos de origen vegetal, los pescados y mariscos, entre otras características que también tienen que ver por ejemplo con la forma de cocinar.

Destacó que “tenemos una de las poblaciones más longevas y con mejor calidad de vida, pero los niños y los adolescentes han cambiado sus estilos de vida y han perdido la adherencia a nuestros patrones alimentarios tradicionales para ir a un patrón más occidentalizado”. El resultado es la alta prevalencia de la obesidad y el sobrepeso, que provocan enfermedades que antes eran típicas del adulto como el colesterol alto, la tensión alta y la deficiencia de insulina. “Dado que la obesidad es una enfermedad crónica, tratable pero no curable, tenemos que prevenirla. Si los niños no cambian sus estilos de vida van a vivir menos o al menos con peor calidad de vida de lo que lo hicieron sus abuelos”, subraya.

El cambio en la dieta, a un patrón más occidental, se refiere a una disminución en el consumo de pescado, de frutas y de grano entero. Frente a esto, se opta por una dieta con alto contemido en alimentos procesados, ricos en calorías, grasas saturadas y trans, azúcares y sal. “Son dietas que se asocian a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y metabólica, y a una microbiota menos saludable”. Recuerda que las alteraciones en la microbiota (es el conjunto de microorganismos que habitan en varios lugares del cuerpo, sobre todo a nivel del intestino y el colon) se asocian a más de 300 enfermedades y la dieta es el principal condicionante.

Por último, dice que la preparación de los alimentos modifica su composición final, por lo que cocinar con métodos saludables ayuda a recibir los mejores nutrientes. En la tradición gallega predominan los platos cocidos, hervidos, al vapor, en guiso o a la plancha mucho más que las frituras.

Afirma que los pediatras deben identificar el riesgo e intervenir

La catedrática Rosaura Leis participó en junio de este año en el Congreso de la Asociación Española de Pediatría celebrado en Valencia, donde presentó las nuevas guías de la Academia Americana de Pediatría sobre el diagnóstico y tratamiento de la obesidad. En este foro los pediatras analizaron la necesidad de tomar medidas frente a la elevada prevalencia de esta enfermedad en la población infantil y juvenil.

La experta puso en valor la figura del pediatra en el sistema sanitario en España, una atención especializada en la que los niños no acuden solo a la consulta cuando están enfermos sino también para realizar los controles de salud. “Ese es un momento importante para que el pediatra identifique el riesgo de desarrollar obesidad, a través de lo que llamamos los determinantes sociales de salud. Una vez identificado el riesgo hay que establecer estrategias de prevención y una vez que ya lo exija la obesidad debe intervenir de inmediato, sin esperar para ver si mejora”, según indica.

Por otro lado, afirma que es importante lo que comemos, pero también cómo y cuándo comemos. Los estudios muestran que según la hora del día los efectos metabólicos son distintos. En cuanto a la forma de comer, en la tradición gallega es costumbre disfrutar en torno a la mesa y convertir la comida en un acto social. Leis subraya que esto puede tener un papel importante en la formación de los hábitos alimentarios de los niños, incluida la preparación de los alimentos y la elección del menú, y que permitiría conservar una tradición culinaria “que ha demostrado ser saludable para el individuo y sostenible para el medioambiente”.

Rosaura Leis considera “grave” la prevalencia de la obesidad en España y sobre todo en los países mediterráneos. “Curiosamente, éramos los que teníamos las dietas más saludables, la mediterránea y la atlántica, y sin embargo la prevalencia de la obesidad y el sobrepeso en el sur de Europa es mayor que en el norte, probablemente porque nos estamos alejando de nuestra dieta tradicional”. Junto a esto, destaca que además de la dieta es importante la actividad física, controlar el tiempo que dedicamos a las pantallas, la falta de horas de sueño y la calidad del sueño, entre otros factores.

El estudio Aladino 2023 cifraba la prevalencia total del exceso de peso en un 36% en un estudio a escolares de 6 a 9 años en España.

La experta propone tomar pescado 4 días a la semana

La catedrática Rosaura Leis recomienda tomar pescado tres o cuatro días a la semana, una propuesta que considera válida para todas las edades.

La lista de beneficios, tanto de los pescados frescos y congelados como de las conservas y mariscos, es elevada. Aportan grasas de elevada calidad nutricional, que son fundamentales para los procesos de crecimiento y maduración cerebral y retiniana, demostró en ensayos clínicos su efecto en la prevención del infarto y del reinfarto, y también mostró evidencias en la prevención del ictus en personas mayores así como en la prevención de la depresión y de algunos trastornos neurológicos. Aparte de esto, el pescado aporta proteínas de alto valor biológico (en personas mayores el consumo de una ración de pescado tres días a la semana mejora la condición física) y contiene vitaminas y minerales que son fundamentales para la salud, según explica la experta.

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