METEOROLOGÍA
Una masa de aire frío y nevadas reciben el invierno
Una de las obsesiones de Olga Cabaleiro, profesora en el IES A Guía, a lo largo de su carrera docente ha sido que sus alumnos aprendiesen técnicas básicas de salvamento –principalmente RCP (reanimación cardiopulmonar) y otras maniobras de primeros auxilios– incluso antes de que estas formasen parte del currículum de Educación Física en Primaria y Secundaria.
Más de 20 años al pie del cañón por parte de esta docente han convertido a este instituto en toda una referencia no sólo a nivel gallego, sino a nivel nacional. Entre sus múltiples esfuerzos didácticos para asegurarse de que sus alumnos conocen estos conceptos básicos de primeros auxilios está la realización de un taller con más de una docena de estaciones de maniobras de salvamento que forma parte del currículum de los alumnos del ciclo de FP de Actividades Físicas y Deportivas. Así, mientras unos se forman como instructores, otros aprenden en apenas diez minutos lo que tienen que hacer en una situación de ahogamiento o parada cardiorrespiratoria. Y es un esfuerzo que salva vidas, literalmente.
La última fue hace apenas unas semanas. Raúl, un joven estudiante que había hecho este taller hace dos años, evitó que un vecino suyo se muriese atragantado durante una cena. “Estábamos todos comiendo churrasco y de repente, la pareja de nuestra vecina se atragantó y fue hacia el baño. En principio nos quedamos todos allí, pero yo me levanté y fui con él, por si acaso. Ahí fue cuando vi que no le salía el trozo de carne de la garganta y estaba intentando sacárselo con los dedos”, recuerda Raúl. En ese momento, recordó los 10 minutos de instrucción que tuvo en el instituto y le preguntó si era capaz de toser, porque en caso negativo se trataría de una obstrucción completa de las vías aéreas. Como vio que no podía, reaccionó enseguida y empezó a aplicar la maniobra de Heimlich, “pero tampoco le salía y acabó perdiendo la consciencia”.
Justo entonces, fue clave la actuación del resto de familiares, que ya habían llamado al 061 –se recomienda acudir a este número en lugar al 112 cuando solamente se trate de una emergencia sanitaria–, y que le pasaron a los técnicos sanitarios al teléfono. Él les explicó que el hombre ya estaba inconsciente por el atragantamiento “y me dijeron que lo pusiera rápidamente de rodillas y le siguiera aplicando la maniobra de Heimlich, y ahí ya conseguí que saliera el trozo de comida y poco después ya llegaron los sanitarios”, cuenta el joven.
Su rápida actuación y diligencia evitaron que su vecino entrase en parada cardiorrespiratoria y, por lo tanto, que pudiesen quedarle secuelas como daño neurológico. Y, como recuerda su profesora, “si no hubiera actuado y decidieran esperar por los sanitarios, probablemente el hombre habría muerto”.
Cabaleiro recalca la importancia de impartir este tipo de enseñanzas –que ahora sí que entran en los planes de estudios de Primaria y Secundaria–, aunque sea con talleres sencillos como los llevados a cabo en el IES A Guía: “Es un conocimiento que te queda, que está ahí y aunque no lo utilizas habitualmente, en una situación de estrés puede serte muy útil. Y creo que tiene mucho mérito con la poca formación que tuvo él, ya que sólo tuvo diez minutos en cada una de las estaciones”.
Por eso esta profesora lleva a cabo un proyecto llamado ‘héroes salvavidas’, que consiste en entregar a los niños una mochila con información y un muñeco de prácticas hinchable “para que no sólo se formen ellos, sino que también formen a su entorno”, ya que hay muchas personas que carecen de estos conocimientos básicos. “La figura del primer interviniente es básica. Además de llamar a emergencias es muy importante saber cómo actuar en una situación así”, añade Cabaleiro.
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