Fin de semana veraniego: 27 grados en Vigo y hasta 30 en el interior

Las previsiones acertaron, aunque Vigo todavía no alcanzó la máxima del año, que de momento se fijó en marzo con 24,7 grados. Ayer fueron 23,5 y una sensación térmica superior que volvió a repetir las imágenes preveraniegas en las playas, algo que ya no resulta extraño en un año con una temperatura media por encima de los valores normales y con muy pocas precipitaciones.

Los servicios meteorológicos pronosticaron cielos despejados al menos hasta el martes y la posibilidad de alcanzar los 26 grados en el centro de Vigo durante este fin de semana, que será preveraniego. De momento no ha sido así, aunque sí en la comarca. En concreto, en Porriño llegaron a los 25 grados, mientras en Ponteareas el límite fue de 28,1 grados, la más alta de todo el entorno de las Rías Baixas.

En Galicia, el tope lo fijó una vez más Ourense, que rozó los 30 grados, en concreto 29,9. El estado del tiempo permite contemplar en las playas estampas clásicas del verano y que las navieras mantengan los viajes diarios a las Cíes, todavía en temporada baja, con altas ocupaciones, lo que ocurre por vez primera desde la aprobación del plan regulador. La temporada alta en el Parque Nacional se inicia dentro de apenas una semana, el 15 de mayo, cuando el aforo pasa de 450 visitantes diarios, como en la actualidad, a 1.800, además de incluir cámping y viajes en grupo, hasta un máximo de 3.000 personas en las islas viguesas.

A día de hoy, la central abierta por la Xunta para poder conseguir billete tiene ya reservas desde el 15 de mayo hasta principios de agosto. El año pasado por Cíes pasaron cerca de 300.000 personas, con cifras estabilizadas y llenos diarios durante los meses de julio y agosto, mientras que en la pasada Semana Santa, primera temporada alta de 2022, fueron 10.000 los usuarios del archipiélago, de ellas la mayoría turismo nacional, que ya se ha recuperado por completo.

La hostelería de las Rías Baixas, que añade un hotel desde junio en Samil, espera un verano de nuevo en máximos tras superarse lo más duro de la pandemia y caer las mascarillas.

PREALERTA POR SEQUÍA

La Oficina Técnica de la Sequía de la Xunta acordó mantener el estado de prealerta en toda la demarcación hidrográfica de Galicia-Costa, que incluye toda la franja marítima entre Coruña y Vigo, tras confirmarse la anomalía hidrológica. La más grave, que se deriva de la falta de lluvias, no es tanto la situación de los embalses -Eiras sigue al 99 por ciento y Zamáns al 92- sino que los caudales circulantes en los ríos de la demarcación fueron un 48% inferiores a lo normal. En las estaciones de medición se situaba a inicios de enero en 200 m3/ s y a finales de febrero bajaron a 85 m3/s. Hasta finales de marzo se observaba una cierta recuperación, pero en abril descendió a los 115 m3/ s, por lo que se sigue en valores inferiores a la media histórica. Esta percepción global se constata en los datos analizados de forma individualizada para cada río, incluyendo el Lagares.

Por otro lado, la ocupación actual de los embalses de abastecimiento de Galicia-Costa se mantiene en el 81,92%, un 0,99% inferior a la ocupación media en el mismo período del año pasado, cuando registraban el 82,91%. La mayor atención en el seguimiento se centra en los caudales de entrada a esos embalses, ya que esos caudales de entrada se sitúan, en la mayor parte de los casos, en la parte inferior del rango del registro histórico para esta época del año.

Además, las precipitaciones en abril fueron un 32% inferiores al valor climático normal, con una media de 84 l/ m2. Las previsiones apuntan a un mayo en el que no se esperan cambios muy significativos con respecto a esta semana, con una situación anticiclónica en general para la próxima semana, que en ciertos momentos podría dejar espacio la alguna precipitación eventual.

Pese a la situación hidrológica anómala actual, los responsables de la Oficina Técnica señalan que “estamos lejos de un escenario de escasez que pueda afectar a los abastecimientos”, y que las reservas hídricas se encuentran en un nivel óptimo de cara al verano. “No se tiene constancia de ninguna incidencia particular sobre el abastecimiento”, añadieron. Con todo, acordaron continuar con el control del estado de las cuencas hidrológicas de la demarcación, que con la declaración de la prealerta de sequía, pasó a tener un seguimiento detallado analizando más indicadores con una mayor periodicidad. Además, se pretende intensificar la labor de concienciación, tanto a ayuntamientos como a la ciudadanía en general, haciéndose un llamamiento especial al ahorro de agua, para evitar posibles problemas en el futuro.

La activación del estado de prealerta es una medida preventiva de la Xunta que funciona como un “aviso precoz” que busca la anticipación ante un posible episodio futuro de escasez de agua y que entre otras cosas reduce la salida de agua de los embalses para mantenerlos al máximo posible de su capacidad de cara al verano. En paralelo, también se plantea como una toma de conciencia sobre la necesidad de hacer un consumo responsable. Su declaración implica la realización de un seguimiento intensivo de la situación meteorológica y los niveles de ríos, embalses y acuíferos de la demarcación Galicia-Costa, así como de las posibles incidencias que se detecten. Además, se recogen medidas de concienciación de la ciudadanía.