El Concello da por hecha la sede del Mundial y pide en el pleno apoyo para ampliar Balaídos
También se debatió una moción socialista pidiendo el cese de la conselleira de Medio Ambiente, Ánxeles Vázquez, por la gestión de la reparación de las válvulas de la presa de Eiras
El grupo municipal del PSOE aprobó en el último pleno del año una moción sobre la financiación de la reforma del estadio de Balaídos con la convicción del gobierno local de que la ciudad será una de las sedes del Mundial de fútbol de 2030, frente a las dudas expresadas por la oposición.
El teniente de alcalde de Fomento, Javier Pardo, reclamó la implicación de otras administraciones para culminar la ampliación del estadio con la grada de Tribuna al considerar que “la renuncia de Málaga sitúa a Vigo en la lista de ciudades que acogerán el Mundial”. El BNG pidió más transparencia sobre el coste total y el retorno económico, y el PP criticó la falta de proyecto cerrado y de negociación institucional. La moción fue aprobada con los votos del PSOE y la abstención de PP y BNG.
El pleno aprobó también otras mociones del PSOE con apoyo del BNG para exigir a la Xunta un plan de renovación de calderas en centros educativos y otra sobre la situación del CIFP Manuel Antonio, centrada en las deficiencias derivadas de las obras en el centro y su impacto en la actividad lectiva, con el rechazo del PP en ambos casos.
También se debatió una moción socialista pidiendo el cese de la conselleira de Medio Ambiente, Ánxeles Vázquez, por la gestión de la reparación de las válvulas de la presa de Eiras. El BNG reclamó soluciones técnicas además de responsabilidades políticas, mientras que el PP votó en contra y defendió que la responsabilidad era municipal.
Por parte de la oposición, el PP llevó al pleno una moción para impulsar medidas más efectivas en apoyo al comercio local, que incluía campañas por barrios y un plan estratégico. El gobierno local rechazó la iniciativa al considerar que muchas de las competencias corresponden a la Xunta, mientras que el BNG se abstuvo. Por su parte, los nacionalistas presentaron una moción sobre las Zonas de Bajas Emisiones, en la que criticaron el modelo municipal por considerarlo limitado y sancionador. PSOE y PP rechazaron la iniciativa, con los populares cuestionando tanto las medidas del Concello como las alternativas del BNG.
El pleno también abordó la calificación de varias actuaciones como inversiones financieramente sostenibles, lo que permite ejecutarlas con remanentes sin que computen en la regla de gasto. El portavoz del gobierno, Carlos Font, defendió la medida como una decisión técnica que facilita invertir el superávit municipal en proyectos ya previstos. La oposición cuestionó la baja ejecución presupuestaria y destacó que no se trata de nuevas actuaciones, aunque ningún grupo votó en contra.
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