Piden 21 años de cárcel en Vigo a una banda de asaltantes croatas

Una de las bandas itinerantes especializada en robos a viviendas y que fue ‘cazada’ por la Policía en Vigo tras un intento fallido de acceder a un piso en la calle Nicaragua en diciembre de 2023 se sentará la semana próxima en el banquillo de la sección quinta de la Audiencia. 

Los acusados son tres ciudadanos extranjeros, dos de nacionalidad croata y uno italiana, a los que la Fiscalía atribuye además un asalto en una vivienda de Ourense solo unas horas antes. La pena total a la que se enfrenta el grupo alcanza los 21 años de prisión, siete para cada uno de los procesados por los delitos de robo con fuerza y robo con fuerza intentado como grupo criminal. El Ministerio Público sostiene que los tres acusados formaban parte de un grupo dedicado a desplazarse a distintos lugares para cometer estos asaltos en domicilios y así en poco tiempo conseguir joyas y dinero y marcharse posteriormente. Dos de los acusados comparten domicilio en Vinaroz, en Castellón, mientras que la residencia del tercero se desconoce.

Para llevar a cabo los ‘golpes’, la acusación afirma que dos de ellos reservaron un alojamiento turístico por internet de una vivienda en Santiago entre los días 6 y 14 de diciembre, alegando motivos laborales. Sobre las 9,30 del 6 de diciembre de 2023, los tres llegaron al alojamiento en un coche con matrícula francesa, que utilizaron al día siguiente para desplazarse hasta Ourense. Allí, sobre las doce de la mañana se dirigieron a un edificio, todos ellos vistiendo ropas oscuras, con guantes y gorros o capuchas y, continúa el fiscal, valiéndose de distintas herramientas, consiguieron abrir el portal del inmueble subiendo hasta la séptima planta, donde rompieron la puerta de un piso, donde en ese momento no había nadie y entrar en el interior. Uno se situó en la puerta del inmueble para vigilar y los otros revolvieron las distintas estancias, cogiendo joyas y relojes por valor de 7.600 euros, además de 2.200 en efectivo. Poco tiempo después, continúa el fiscal en su relato, el que vigilaba llamó por teléfono a sus compañeros abandonado el lugar.

Ese mismo día, se desplazaron a Vigo en el mismo coche y aparcaron en la calle Nicaragua, dejándolo sin cerrar con las llaves que escondieron en un pequeño hueco del reposabrazos de la puerta del acompañante. Sobre las 18:40, con el mismo atuendo y las herramientas entraron en un edificio. Fueron al quinto y timbraron de forma insistente en un piso, en cuyo interior se encontraba un hombre y su hijo. A continuación, llamaron a la vivienda contigua, dirigiendo una linterna hacia su mirilla, para volver al anterior piso y hacer lo mismo, todo ello “tratando de asegurarse de que las viviendas en cuestión estaban vacías”, momento en el que el dueño, desde el interior de la vivienda comenzó a gritar diciendo que iba a llamar a la Policía, por lo que los tres asaltantes salieron precipitadamente del edificio sin lograr entrar en el piso. Fue este vecino quien llamó a la Policía dándoles su descripción desde la pantalla del telefonillo y después siguiéndoles por la calle hasta su detención en Simón Bolívar. 

En el momento del arresto se les intervinieron destornilladores, gorro, llave inglesa y dinero. También se registró su piso turístico y el vehículo, donde los acusados manifestaron a la Policía tener guardadas las joyas, que fueron encontradas.