La Pastora mostró por un día algunos secretos a los vigueses

El Domingo de Ramos el pazo La Pastora se abre al público, y cada vez más personas aprovechan la única ocasión anual para conocer un edificio cargado de historia y espectacular, que al parecer sirvió de modelo para Castrelos. Desde luego, ambos parecen hasta a menudo confundirse. Es el único pazo privado (vivienda particular) que queda en Vigo, mientras de los otros cuatro, dos se encuentran en manos del Concello (Quiñones de León y A Raposeira), otro de Abanca (San Roque) y la Xunta (Rivera Atienza, en Lavadores). Pero La Pastora se ha resisistido y aún lo sigue haciedo, pese a que el desarrollo urbanístico del entorno de Freixeiro contempló la compra obligatoria del edificio y sus jardines franceses para que pasaran a manos municipales. El ámbito Finca do Conde, que incluyó el centro comercial Gran Vía y los edificios, así lo estipulaba. Pero no pudo ser y las puertas continúan cerradas 364 días al año. Menos ayer: docenas de vecinos, sobre todo de la parroquia de Freixeiro, acudieron a la ceremonia de bendición de Ramos que se realizó en el interior. La Pastora, también denominado Pazo de Santhomé o San Tomé, se llamó antiguamente Torre de Busteu y se sabe que perteneció como fortaleza avanzada a Pedro Álvarez de Soutomaior, conocido como Pedro Madruga y que una teoría consistente que lanzó el ya fallecido Alfonso Philippot identifica con el propio Cristóbal Colón: Madruga, o Colón, tiene estatua a la entrada, cerca de la capilla, que también es cripta de algunos de los que fueron sus últimos propietarios.

Tanto la construcción -rectangular con dos torres a cada lado- como los jardines del Pazo de la Pastora presumen de ser Bien de Interés Cultural. Se trata de una casa señorial que pudo servir de inspiración para la creación y desarrollo del vecino Pazo Quiñones de León, el más conocido de la ciudad por ser público desde hace más de un siglo. Ambas edificaciones comparten la planta en A y también su frontal, similar, con dos torres cuadradas en los extremos. Con seguridad, la Pastora nació como una fortaleza medieval, que años después se reconvirtió en una casa señorial rural, como el resto de pazos gallegos. También se sabe que Castrelos tenía una sola torre y que mucho más tarde se construyó la segunda, tomando como inspiración La Pastora. Castrelos y el pazo de Freixeiro comparten jardines. En La Pastora destaca el laberinto vegetal que da hacia la fachada secundaria.