Los montes comunales aportan el 12% del agua potable en Vigo
Los técnicos consideran que la mejora de las riberas de riachuelos y afluentes, creando 15 metros de escudo verde (llamado buffer), aumentaría hasta un 10% este recurso
En periodo de sequía, adquieren mayor relevancia las investigaciones que equipos de Biología Ambiental y del Grupo GEN de la Universidade de Vigo realizan sobre los recursos hídricos de la Mancomunidad Montes de Vigo. El estudio estima que los montes comunales aportan un 12% del agua de consumo la ciudad viguesa. Al margen de los pozos y manantiales de las comunidades de agua que dan servicio a más de 5.000 vecinos en las parroquias, este abastecimiento se dirige al núcleo urbano y surge de los riachuelos, que se certifica “tienen un alta calidad ecológica, aunque sería mejorable en las bandas de protección”. Al año supondrían 4,56 hectómetros cúbicos conformando cinco de las seis captaciones de agua local. Así, a Eiras, la principal, se unirían los manantiales de Bembrive, Beade (Presas, Fabas-Quintán y Quintán-Sobreira) y Zamáns.
Las cartografías de las franjas de vegetación de las riberas, llamadas zonas buffer, constataron un mosaico vegetal muy desigual. “Mientras parroquias como Saiáns o San Andrés de Comesaña superan el 70% de la cobertura con robles y sauces autóctonos, otras muestran una presencia elevada de especies invasoras poco recomendadas como el eucalipto o la acacia”.
La ley protege un borde de cinco metros a ambos lados de la cuenca, pero el estudio considera que el escenario óptimo sería de 15 metros para garantizar la biodiversidad, así como los recursos hídricos en corrientes de flujo no permanente. Con todo, los análisis realizados de parámetros físicos y químicos en afluentes de O Lagares, en O Amial y en el Rego do Vao establecieron bioindicadores positivos. Según estos datos, la investigadora de la UVigo considera que “la gestión vecinal protege no solo el suelo, sino también la biodiversidad de los ríos. Es necesario hacer un seguimiento a largo plazo que combine metodologías físicas, químicas y biológicas”.
Todo ello implicaría una inversión mayor, por lo que los comuneros hacen un llamamiento a la implicación de administraciones y adjudicatorias. Ponen como ejemplo el modelo que se implantó en la cuenca del embalse de Rialb, en Lleida. “Los montes periurbanos son mucho más que zonas de ocio, son las tuberías naturales que permiten que el agua llegue a nuestros grifos”, apuntó el presidente de la Mancomunidad, Uxío González.
Son las primeras conclusiones de este trabajo, que se engloba en el proyecto “Valorización e xestión sostibles dos servizos ecosistémicos mancomunados dos montes periurbanos de Vigo”, realizado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) dentro del Plan de Recuperación, Transformación e Resiliencia (PRTR), financiado por los fondos europeos NextGeneration.
Identificación de 47 especies de microvertebrados en los riachuelos
En las muestras tomadas por el equipo de Biología Ambiental en los riegos del Eifonso y de Zamáns, que aportan agua al abastecimiento urbano detectaron 47 especies de macroinvertebrados bentónicos (insectos o moluscos de más de 3 mm), los mejores centinelas de la salud fluvial. Estos resultados “confirman una buena calidad ecológica y una baja alteración humana”, según recoge el estudio. Por tanto, concluye que “los montes comunales, que apenas ocupan el 11% de la cuenca del Lagares, actúan como una auténtica esponja, reteniendo la lluvia, filtrando el agua al subsuelo y sosteniendo el caudal antes las sequías, donde la plantación de frondosas es la opción más equilibrada”.
El secretario técnico de Montes de Vigo, Xosé Antón Fernández, indicó que en el plan estratégico que presentarán finales de año abordarán la idea de que “reconocer el valor real del monte no significa cobrar por el agua, sino invertir en su conservación a largo plazo visto lo que viene”, en referencia a la sequía.
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