El Meixoeiro atiende a unos 500 lesionados medulares al año
Sanidad
La unidad se ocupa de las revisiones anuales de estos pacientes y también de prevenir las complicaciones, como pueden ser las úlceras por presión o las infecciones de orina
La Unidad de Lesionados Medulares atiende actualmente a una media de 500 personas al año, según afirma la jefa de sección de Neurorrehabilitación, Manuela Barrio. Son pacientes crónicos de todo el sur gallego, principalmente de las áreas de Vigo y Pontevedra, aunque también acuden algunos desde Ourense.
Se trata de un servicio que funciona en la planta segunda del Hospital Meixoeiro desde 2016 y que se había creado a petición de un colectivo de pacientes, la Plataforma de Lesionados Medulares de Galicia (Plalemga), cuando en Galicia solo existía una unidad de agudos situada en A Coruña en la que se realizaban todos los tratamientos y las revisiones. El principal problema es que son pacientes con limitaciones de movilidad importantes y tenían que desplazarse normalmente en ambulancia a 150 kilómetros para las revisiones o las pruebas correspondientes.
La unidad de A Coruña, que es de referencia para toda Galicia, sigue atendiendo la lesión aguda y cuenta con camas de hospitalización, pero ahora el seguimiento se puede hacer en Vigo y la mayoría aceptan. Además de las revisiones anuales, los pacientes tienen hilo directo con la enfermera de casos, Yolanda Vázquez, para cualquier duda que pueda surgir.
La unidad se ocupa también de prevenir las complicaciones, como pueden ser las úlceras por presión o las infecciones de orina, y de revisar si necesitan un cambio de ortoprótesis, una silla distinta o una adaptación de su entorno.
La unidad cuenta con la colaboración de un urólogo porque en algunos pacientes las infecciones de orina son recurrentes. Cada año se les hace una ecografía, una analítica y se ve si necesitan alguna intervención como sondajes intermitentes o si necesitan toxina botulínica en el músculo de la vejiga.
Por otra parte, prestan atención al dolor, el dolor crónico de perfil neuropático y la espasticidad ("es la rigidez que va apareciendo tras un tiempo de la lesión aguda, espasmos, dificultad para movilizarse, dolor, contracturas"). Los tratamientos se realizan en este servicio o en la Unidad del Dolor, cuando son casos más complejos.
Bajan los casos por accidentes y crecen los de causa médica
Las causas para llegar a una lesión medular son muy variadas y evolucionan con el tiempo, según explica Manuela Barrio, una de las doctoras de Medicina Física y Rehabilitación que se ocupan de la unidad de lesionados medulares.
Señala que actualmente está aumentando la incidencia de lesiones medulares por causas médicas, como pueden ser las isquémicas, infecciones o tumores.
Hace unos años era más frecuente la lesión medular traumática, motivada por caídas, accidentes laborales y de tráfico.
Los profesionales de la unidad aseguran que las lesiones derivadas de accidentes de tráfico han disminuido porque “hay más labor de prevención y los vehículos son más seguros”. Por otra parte, las que tienen que ver con accidentes laborales se mantienen estables.
Otra fuente de casos es la relacionada con las zambullidas en verano, que se siguen produciendo por imprudencia, temeridad o descuido a pesar de las campañas de concienciación que se realizan de forma periódica.
El 5 por ciento del total de personas que sufren una lesión medular fueron debido a zambullidas en piscinas o en zonas de playa. Suelen ser personas muy jóvenes, sobre todo varones, que sufren una contusión de la cabeza al impactar contra una superficie baja y flexión del cuello. Este mismo verano se había producido un caso de un joven vigués de 19 años que sufrió estas lesiones en una playa de Cangas.
Explican que la lesión medular se produce normalmente por impactos de alta energía en pacientes jóvenes, pero está aumentando otro tipo de lesión medular que se produce en pacientes mayores con columnas artrósicas. La artrosis hacen que el canal cervical se estreche y a veces un traumatismo que parece menor o una caída desde la propia altura de la persona lo puede provocar. No tienen cura, pero se puede rehabilitar la parte que queda funcionante.
Además de la enfermera gestora de casos, que está en contacto con los pacientes a través de un teléfono, y la auxiliar de enfermería, por la unidad pasan consulta tres o cuatro médicos rehabilitadores y un urólogo.
A mayores, al tratarse de un hospital de tercer nivel tienen acceso en caso necesario a fisioterapia, terapia ocupacional, cirugía plástica, la unidad del dolor y otros servicios que se necesiten para dar respuesta a cualquier complicación que pueda surgir.
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