O Marisquiño recibió cuatro millones de dinero público de Vigo con sus amenazas

Las instituciones le han cuadruplicado sus aportaciones y se han doblegado a sus anuncios de posible marcha

Una de las ‘riders’ durante la prueba de BMX en la edición de O Marisquiño del pasado año.
Una de las ‘riders’ durante la prueba de BMX en la edición de O Marisquiño del pasado año.

La del ‘dirt jump’ es solo la última de las desavenencias entre instituciones públicas presentes en Vigo que el festival urbano O Marisquiño ha causado en los poco más de veinte años que lleva existiendo. Sin embargo, pese a todos los roces, encontronazos e incluso intentos de llevarse el evento fuera de la ciudad –o gracias a ello–, año a año ha ido recibiendo más dinero público. Sobre todo, de parte de tres entidades: el Concello de Vigo, la Diputación y la Xunta.

Si se recuentan las partidas destinadas a patrocinio y desarrollo del festival a lo largo de los últimos ocho años –que engloban siete ediciones porque la de 2020 no se celebró debido al covid–, la ‘factura’ supera los 3,5 millones de euros. Eso sin contar las aportaciones de Zona Franca, que en los últimos dos años apoyó a O Marisquiño con más de 17.000 euros y en 2015 aportaba cerca de 5.000, por lo que la cifra se acerca a los cuatro millones.

Para la edición de hace ocho años, Concello y Diputación (que desde 2017 suscriben un convenio conjunto para financiar el festival) aportaron por separado un total de 160.000 euros, que sumados a los 25.000 que puso la Xunta ese año coloca la inversión pública en 185.000 euros. En 2022, sin embargo, la cuantía total se elevaba a 900.000 euros (600.000 de Concello y Diputación y 300.000 del Gobierno autonómico), esto es, el festival cuadruplicó sus ingresos públicos en apenas siete años.

O Marisquiño es la sede de una prueba de la Copa del Mundo de skate, así como uno de los eventos ‘gold’ del Mundial de Freeride, unos eventos que cuesta dinero traer y mantener y que en principio justifican la creciente aportación pública –aunque cada vez son más los sponsors privados del festival–.

El Concello y la Diputación también apoyan la celebración de otro campeonato del mundo de élite en la ciudad, el World Padel Tour, que trae cada año a Vigo a los mejores del mundo en esta disciplina. La ‘factura’ anual para los entes municipal y provincial de este evento es tres veces menor a la del Marisquiño, 140.000 euros, pese a que ocupa el triple de días que el festival urbano. Otro de los eventos destacados que tuvo lugar en la ciudad fue el Mundial Junior de Balonmano, en verano de 2019, que tuvo un presupuesto de cerca de 1 millón de euros, esto es, poco más que lo que costó la última edición de O Marisquiño. Además, esta competición ocupó unas tres semanas y se desarrolló al mismo tiempo en las ciudades de Vigo y Pontevedra.

A pocos meses de la edición de 2023, queda por ver si las instituciones públicas de la ciudad volverán a redoblar su apuesta por el festival urbano.

Hasta tres amagos de marcharse de Vigo en los últimos siete años

“Si no tenemos tranquilidad económica, el festival no se celebrará en Vigo en el año 2016”. Esas palabras le valieron a Carlos Domínguez “Pity”, fundador de O Marisquiño, para que Concello y Diputación elevaran sus aportaciones de 160.000 euros en conjunto a más de 200.000 de un año a otro –y 400.000 a partir de 2017– , asegurando la continuidad del festival hasta 2019.

Cuando se acercaba esa fecha, a finales de 2018, la organización del festival llegó a romper negociaciones con la Xunta –una de las principales entidades públicas que financia O Marisquiño– alegando una “decepción” por las subvenciones ligadas al patrocinio del Xacobeo. Pocos meses después, el Gobierno autonómico, a través de la Secretaría Xeral para o Deporte, triplicaba la aportación del año anterior hasta los 121.000 euros. Ese mismo año el Concello y la Diputación habían elevado a medio millón de euros su financiación.

Ya después de la pandemia, tras un año en el que no se había podido celebrar el festival urbano, llegó el mayor últimatum jamás lanzado a las administraciones viguesas: en febrero de 2021 O Marisquiño anunciaba que se iba de Vigo por falta de financiación. El Concello había rebajado su partida hasta en un 70% debido a que el festival se celebraría con muchas restricciones, pero finalmente las administraciones claudicaron: Concello y Diputación volvieron a aportar 500.000 euros y la Xunta incluso duplicó su aportación de 2019 hasta los 200.000.

Así, en los últimos siete años fueron hasta tres las ocasiones en las que el festival urbano amagó con dejar la ciudad alegando falta de financiación.

Deslocalizar el skate y el basket costó público al festival

La última edición de O Marisquiño tuvo como gran novedad la vuelta de las pruebas de skate a Samil, así como la celebración de los partidos de basket 3x3 en la cancha de Vialia, uno de los patrocinadores privados del festival. Así pues, se apostó por la deslocalización de parte del mismo. Una deslocalización que podría ser todavía mayor este año si finalmente la prueba de ‘dirt jump’ no se celebra en el paseo de As Avenidas, como todo parece indicar. Sin embargo, no tuvo el éxito deseado de público, pues no era raro ver huecos vacíos en las gradas del skatepark de Samil mientras que en las del Náutico –donde compitieron las BMX– , los asistentes se agolpaban para poder conseguir un sitio y hacían largas colas con tal motivo.

Los hosteleros y comerciantes de la Zona Náutico también están en contra de que se deslocalicen las pruebas del festival. Así lo explica la asociación presidida por Rubén Pérez en un comunicado emitido ayer: “Queremos manifestar nuestro enorme malestar después de conocer la decisión de la búsqueda de un espacio alternativo para la celebración de la prueba de dirt jump”.

Argumentan un “impacto muy negativo” para los sectores de comercio y hostelería del centro de la ciudad, por lo que se muestran “totalmente en contra del camino que parece estar siguiendo la empresa organizadora” del festival.

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