METEOROLOGÍA
Una masa de aire frío y nevadas reciben el invierno
Entrevista
La parroquia de La Soledad inicia mañana el ciclo de coloquios de este curso con un destacado experto en sectas, el teólogo Luis Santamaría, que explicará cómo captan y manipulan estos grupos. Será a las 20:00 horas en la biblioteca del templo y está abierta al público. Santamaría lleva años investigando este fenómeno y hablando con las víctimas, escribió varios libros sobre la materia y es miembro fundador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas. En España se estima que hay más de mil sectas y unas 400.000 personas afectadas.
¿Qué tienen en común las sectas?
Tenemos que ampliar nuestra mirada, más allá del campo religioso, porque estamos hablando de unos grupos que engañan y manipulan. Me gusta la definición de Vicente Jara: una secta es un grupo social depredador que practica el mimetismo y el señuelo. Tienen en común una apariencia atractiva y atrayente, pero uno solo se da cuenta de lo que hay en su interior cuando ya ha sido captado y es tarde para salir por su propio pie.
¿Están surgiendo muchas sectas no religiosas?
Las sectas de origen religioso siguen existiendo y con gran cantidad de adeptos, pero las que más nacen y se multiplican ahora y atraen a mucha más gente son las que se mueven en los derroteros de la búsqueda del bienestar, la autoayuda, la meditación, el crecimiento personal, el coaching, todo aquello que está a medio camino entre la espiritualidad y la psicología es donde están teniendo más éxito las sectas de hoy.
¿Su fin es económico o hay más?
El objetivo es otro. Aunque es cierto que hay gurús que tienen la secta como medio de vida, en realidad lo económico en las sectas suele ser un fin intermedio. Si las observamos como simples estafas o que buscan el dinero de sus seguidores, estamos errando. El dinero, como cualquier otro abuso que ejerza el grupo sobre sus miembros son solo medios para conseguir un fin mesiánico que creen tener de salvación de la humanidad o de construir un ser humano nuevo. Buscan someter a las personas para hacerlas instrumento de ese propósito grandioso.
¿Cómo captan?
Son expertas en aprovecharse de la vulnerabilidad de las personas y de la propia sociedad. Ofrecen un señuelo atractivo a la persona, la solución a los problemas que tiene, el conocimiento que estaba buscando, el crecimiento personal que anhela, cualquier aspiración, hasta las ganas de construir un mundo mejor que tienen tantas personas, lo aprovechan para presentarse como una nueva familia y un grupo con el que hacer un mundo mejor.
¿Es un fenómeno oculto?
No es tan oculto, lo oculto son las estrategias de manipulación que utilizan y que no se ven desde fuera. Vemos confesiones religiosas debidamente inscritas, asociaciones culturales legalizadas, fundaciones o grupos publicitados en medios de comunicación a los que se permite tener sus actividades en centros públicos. Estamos rodeados de sectas, lo importante es ver más allá de ese escaparate atractivo y saber que lo que buscan no es servir a la persona, sino servirse de ella.
¿Cree que las autoridades deberían hacer más?
Por parte de las administraciones públicas hay una dejadez muy grande. Entiendo que es muy difícil actuar policialmente y por parte de la justicia cuando no se ven los delitos claros o no hay pruebas para perseguirlos, porque la mayoría de delitos y faltas que se dan en las sectas suceden en el ámbito privado y aparentemente con el consentimiento de la víctima que es adulto y entró porque quiso. Ahí está el tema de la manipulación del que deben ser conscientes tanto la justicia como la policía, pero además por parte de las administraciones públicas no hay ninguna actuación, incluso a veces son cómplices sin saberlo al ceder espacios para sus actividades de captación. Y no hay ayudas públicas a las familias y afectados, que no saben a quien acudir. Es urgente articular ayudas.
¿Cómo se sale?
Hay dos elementos fundamentales, la familia, amigos y otras personas que quieran alejar a esa persona para volver a un mundo que ha sido tachado en la secta como demoníaco, oscuro y terrible. Salir supone estar solo y en un ambiente hostil. La familia tiene que estar ahí para recordarle que le quieren por lo que es. Y, por otro lado, un profesional de la salud mental que conozca bien los procesos de manipulación de las sectas para ayudarle en su lento proceso de recuperación y restauración personal después de una situación altamente traumática.
¿Qué sectas tenemos en Vigo?
En Vigo parte de estar las típicas sectas de origen cristiano que todos conocemos, como los Testigos de Jehová y los Mormones, hay algunos grupos que hay que tener especialmente en cuenta también de origen cristiano como el llamado Centro de Ayuda Cristiano, que es el nombre que utiliza para pasar desapercibida la Iglesia Universal del Reino de Dios fundada por un millonario brasileño con un gran poder mediático, político y económico en Brasil. Está también Nueva Acrópolis, que no usa tanto este nombre como el de Espacio Gran Vía para sus actividades culturales, que son el gancho para captar, y también destacaría los grupos gnósticos que ofrecen a través de sus ciclos de conferencias un conocimiento oculto, y grupos pseudoterapéuticos que ofrecen la sanación con energías o terapias psicológicas de las que recomiendo alejarse.
¿Cómo ve el caso de los Miguelianos?
Todo parece indicar, de lo que pude investigar y de lo que he conocido de las víctimas, que era una pequeña secta que ya existía en torno a este hombre cuando era curandero y en la trastienda de su local de productos naturales hacía rituales. En un determinado momento parasitó la Iglesia católica haciendo como que fundaba un grupo dentro de la Iglesia, pero lo que hizo fue trasplantar una pequeña secta que ya tenía y hacerla pasar por una asociación de fieles. Años después se vio lo que había dentro, estuvo unos años en la cárcel aunque tiene aliados con capacidad económica para negar todo lo que se ha afirmado y que es cierto.
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