Jubilación masiva en la sanidad viguesa
Sanidad
Más de 200 profesionales sanitarios del área se retiran, entre ellos seis jefes del Cunqueiro, y aceleran el paso al relevo generacional, que se incrementará en los próximos años
El área sanitaria de Vigo celebró ayer uno de los actos más emotivos del año, la despedida de los 198 trabajadores que se jubilaron este año, 76 de Atención Primaria y 122 de los hospitales.
Son 45 médicos, 104 profesionales de otras categorías y 49 trabajadores no sanitarios.
Entre los que colgaron la bata blanca este año se encontraban varios jefes de servicio del Complejo Hospitalario Vigués, aunque algunos siguen ejerciendo en la sanidad privada. Se jubilaron caras tan conocidas de la sanidad viguesa como los jefes de Dermatología (Ander Zulaica), Anatomía Patológica (Joaquín González Carreró), Hospitalización a Domicilio (Luis Amador), Oncología Médica (Joaquín Casal), Oftalmología (Luis Cadarso), Medicina Interna (se fue el jefe de sección del Meixoeiro, Emilio Pazos) y Neumología (el jefe de sección José Luis Guerra).
Esto en el nivel hospitalario, mientras que en Atención Primaria este año se jubiló el jefe de servicio del centro de salud de Teis, Luis López.
En los últimos años, casi la mitad de los jefes hospitalarios y un número significativo de los jefes de centros de salud colgaron la bata, consolidando así un relevo generacional que resulta complicado en algunas especialidades.
La de este año fue la segunda cifra de jubilados más alta de la última década. El récord se batió en 2022 cuando se produjo la despedida de 221 trabajadores sanitarios y no sanitarios. Desde 2018 se vienen producieron más de 170 jubilaciones al año en el área viguesa.
El salón de actos del Hospital Álvaro Cunqueiro estaba abarrotado ayer por la mañana porque, además de los homenajeados y directivos, también asisten familiares y compañeros. El gerente del área viguesa, Javier Puente, y el gerente del Sergas, José Ramón Parada, les trasladaron el agradecimiento por toda una vida dedicada a la sanidad. José Ramón Parada destacó su “profesionalidad y entrega”, y aseguró que el personal “es el capital más importante de la sanidad pública gallega”.
El regalo de este año fue la serigrafía de una obra donada por el pintor Rafael Úbeda y titulada “Instrumentos”. El propio pintor les dedicó unas palabras.
Otro de los obsequios es la tarjeta dorada, que permite identificar a estas personas como antiguos trabajadores de la sanidad pública, y el hecho de que les mantengan los descuentos en la cafetería hospitalaria. Tampoco faltó este año el vídeo de Cachocentollo, que rinde homenaje en clave de humor a los que se van y arrancó unas cuantas risas. Esta vez se inspiraron en el programa MasterChef, con sanitarios de improvisados actores y diálogos hilarantes, así como una colección de fotos que trajeron no pocos recuerdos a los presentes.
Después de esto, los jubilados recogieron el diploma acreditativo de su jubilación y el broche final lo puso la coral Rosalía de Castro, del Colegio Médico de Pontevedra. A la salida les esperaba la foto de familia junto al árbol de Navidad gigantesco del vestíbulo del Cunqueiro.
“Tenemos la mejor sanidad, falta reducir la lista de espera”
Entre muchos de los jubilados existe un orgullo compartido del trabajo realizado y el sentimiento de que dejan atrás a compañeros a los que consideran “familia”. Coinciden en que “tenemos la mejor sanidad” y si les preguntan por mejoras que les gustaría ver en el futuro proponen acortar las esperas, contratar a más profesionales y que se reduzca la eventualidad. En su nueva etapa prevén apuntarse a distintas actividades, sobre todo las que implican ejercicio físico, pero también a otras con las que siempre soñaron y no tuvieron tiempo (desde pandereta a rehabilitación de muebles), y también viajar.
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