Jean Carlos Rangel: “Cruz Roja me dio el impulso que necesitaba para trabajar”
EMPLEO
Jean Carlos Rangel participó en el plan de empleo de la organización en Vigo. Tras formación y prácticas logró un contrato en un comercio de zapatos
Cruz Roja le abrió una puerta y Jean Carlos Rangel supo aprovechar la oportunidad.
Él es una de las personas que participaron en el plan de empleo de esta organización en Vigo y que después de pasar por un periodo formativo y unas prácticas logró un contrato indefinido en un comercio de zapatos.
Jean Carlos tiene 22 años y es de Mérida, no la extremeña sino la situada en la Región de los Andes (Venezuela). Es una ciudad que sigue llevando en el corazón.
Lleva en Vigo poco más de dos años. Emigró a España con sus tíos porque la situación en su país era complicada y porque él personalmente “quería salir de allí en busca de un futuro mejor”. Estudió Bachillerato y después decidió irse porque “estudiar allí no merece la pena, no hay profesores o hay muy pocos”.
Asegura que le gusta Vigo, donde considera que “la gente es muy alegre comparado con otros sitios” y lleva bien el frío porque viene de otra zona del mundo donde también se dan estas temperaturas.
En Cruz Roja participó en el curso de formación de comercio. “Me vino bastante bien para la situación en la que estaba, es el impulso para conseguir algo que necesitas, en este caso el empleo”, señala.
Después vinieron las prácticas, “es el punto más importante porque así ven el potencial que puedas tener”. Una vez en la empresa, se esforzó y dio lo mejor de sí mismo, con lo que pudo quedarse en la empresa en la que trabaja actualmente con un contrato indefinido. Asegura que le gusta el trabajo y el equipo del que forma parte. “Estoy súper agradecido”.
Preguntado por el futuro, señala que quiere disfrutar al máximo de Galicia y conocer “lugares bonitos” de los que le han hablado, pero con el tiempo no descarta ir a otra comunidad autónoma o a otro país “porque soy joven y quiero explorar”.
En su tiempo libre, es más de estar en casa que en la calle y aprovecha para diseñar personajes (le gusta dibujar y sueña con dedicarse profesionalmente a esto algún día), además de leer y aprender idiomas.
Sobre su experiencia como inmigrante, Jean Carlos Rangel reconoce que hay momentos bajos y altos. El peor momento es el primer año, porque no conoces el país, y por las complicaciones que impiden trabajar. “Después el país te va abrazando y ya te sientes mejor, es un gran cambio”, señala. Añade que lo primordial para un inmigrante es que hay más oportunidades de empleo, buscar cómo sobrevivir.
La vivienda es otro escollo importante por su precio y porque “te piden demasiadas cosas y más si eres extranjero para poder alquilar”.
El plan de empleo alcanza una inserción del 66% en Vigo
El Plan de Empleo de Cruz Roja atendió a 1.200 personas en la provincia, de las que más de 750 encontraron empleo. La Cruz Roja trabaja en Vigo, Pontevedra, Vilagarcía y Ponteareas. En el caso de Vigo la tasa de inserción alcanza al 66% de los candidatos. Es un plan que se financia con el apoyo de las administraciones públicas a través de los programas operativos de empleo del Ministerio de Empleo y Seguridad Social y del Fondo Social Europeo.
Otra pieza clave de su éxito es la implicación de las empresas, más de 200 de distintos tamaños y sectores en la provincia, que colaboran de distintas formas, con una oferta de prácticas, con charlas o visitas a sus instalaciones. La Cruz Roja organiza todos los años un acto de reconocimiento a estas empresas.
En la asamblea de Cruz Roja en Vigo hay doce personas a cargo del plan de empleo, la mitad en tareas de orientación y la otra mitad en prospección. Las orientadoras reciben a los candidatos y les orientan en función de la capacitación que tiene la entidad (ofrecen distintos cursos, el próximo es caja-reposición para menores de 30 años) y de su perfil. Hay personas que ya tienen un bagaje y una experiencia, por lo que solo necesitan un entrenamiento para hacer la entrevista de trabajo o mover el currículum, y otras que quieren cambiar de sector. La segunda parte es la prospección, la búsqueda de empresas.
El Plan de Empleo no es solo para inmigrantes, sino para cualquier persona que esté en una búsqueda activa de empleo. Bajo este paraguas se diseñaron varios programas dirigidos a distintos perfiles: uno para jóvenes de entre 18 y 30 años; otro para mujeres que fueron víctimas de violencia de género, que forman familias monomarentales, inmigrantes o con alguna circunstancia que dificulta la búsqueda de empleo; parados de larga duración, en situación de calle, que quieren reconducir su vida o tienen dificultades con el idioma; otro proyecto para todo tipo de personas que no están en las anteriores categorías; y en breve comenzarán otro exclusivo para refugiados.
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