Italianos e ingleses llenan la calle de las ostras
El relevo generacional se logró en este atractivo turístico de la ciudad, con dos puestos regentados por José Alberto y Fernando
La “calle de las ostras”, rúa Pescadería en el callejero oficial, era a mediodía de ayer un festival de olores y sabores de casi todos los mariscos de la Ría. Con las mesas llenas, los turistas se atrevían tenaza en mano con todo tipo de crustáceos y moluscos. La calle mantiene el tirón como referente turístico de la ciudad y uno de sus atractivos históricos son los ostreros, preparando estos moluscos con un cuchillo para servirlos en vivo o a la plancha para los menos atrevidos.
En la Piedra quedan dos puestos de ostras. Llegaron a ser diez y todas mujeres, pero el relevo generacional, que finalmente se consiguió, hizo que fuesen hombres los que siguen al frente de esta tradición, José Alberto y Fernando, ambos de Arcade.
José Alberto pertenece a la tercera generación de una familia dedicada a las ostras. Su madre, Isabel, todavía va en ocasiones por esta calle del casco histórico pero a raíz de la pandemia decidió que era momento de descansar.
Este ostrero opina que la afluencia de visitantes de este verano está siendo un poco inferior a la registrada el año pasado, aunque “todavía es pronto para hacer un análisis porque queda una semana para terminar el mes de agosto, que es el mes testigo para nosotros”. A pesar de esto, tiene la sensación de que el verano pasado acudió más gente. “El año pasado fue el primer año de turismo exclusivamente nacional, debido a las restricciones para viajar, y eso se notó. Este año los españoles cruzaron la frontera y vino más turismo internacional a Vigo”.
Preguntado por la procedencia de los turistas, asegura que este verano le llamó la atención la cantidad de personas procedentes de Italia y de Inglaterra que acudieron a probar las ostras. La mayoría de las personas que acuden saben lo que se van a encontrar porque lo han leído o porque ya fueron otros años y quieren repetir.
¿A qué sabe una ostra? Es un molusco que se sirve al natural y que según explica José Alberto “es un impacto de sabor a mar en la boca, porque lo que tiene dentro es exclusivamente agua de mar".
Los puestos funcionan todos los días del año, de diez y media de la mañana a tres y media de la tarde.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Resumen del 2025
Condenados al peaje hasta 2048
Navidad
La Navidad de Vigo en miniatura
Resumen del 2025
Vigo vivió el apagón entre la confusión y el civismo