El incremento del turismo en Vigo no provocó aumento de basura

¿A más turismo más basura? Pues no. Eso dicen los datos del control que realiza la empresa pública Sogama, que gestiona los cientos de miles de residuos que genera anualmente Vigo a través de la planta de compactación de Guixar. De forma muy llamativa, en lo que va de año, de enero al 1 de septiembre, se han acumulado 65.386 toneladas de todo tipo de basura (la bolsa negra que se deposita en los contenedores verdes), que son 1.300 menos que en el mismo período de 2022, un descenso cuantificado en el 2 por ciento. Y eso pese a que este año ha habido más turistas que nunca a lo largo del ejercicio, con un millón de pernoctaciones hoteleras, otras tantas en viviendas turísticas y 230.000 cruceristas, además de cientos de miles de personas que pasaron durante horas por la ciudad, según los datos del INE.

Con miles de visitantes se esperaría un fuerte incremento de la basura. Pero el resultado final no ha sido el esperado. Ni siquiera en julio, el mes central con agosto, se ha producido una subida, sino al contrario: la comparativa con el mismo mes de 2022 registra un descenso del 1,5 por ciento, y “empate” en agosto. Curiosamente, el único mes donde sí se anota un repunte, aunque pequeño, del 0,6 por ciento, es enero, todavía dentro de la campaña de Navidad, donde también hay un incremento de visitantes, aunque no tan importante como en diciembre. Se estima que este año podrían visitar Vigo hasta un millón de viajeros que se han alojado al menos un día. La proporción estimada habitualmente, un kilo de residuos por persona y día, no se cumple: los vigueses y los que pasan por la ciudad, no llegan a dicha cifra.

Si la “bolsa negra” baja, y con ello la generación de residuos, también lo hace la amarilla, de reciclaje de plásticos, brick y bolsas de plástico, que también gestiona Sogama en su complejo de Cerceda. En este caso, en el anual se apunta un descenso del 0,5 por ciento sobre el año anterior, con la tendencia clara a mejorar los datos del año anterior, como se puede constatar en agosto, con una subida muy importante de la recuperación de envases, un 5,4 por ciento que dispara las estadísticas. Curiosamente, el otro mes en que sube es enero, en que el reciclaje se incrementó un 2,4 por ciento, un fenómeno que ya ha sido cuantificado en otras ocasiones. En los primeros siete meses se han reciclado casi 2.000 toneladas en los contenedores amarillos con algunos meses realmente negativos, como febrero, con un descenso del 8,1, en tanto que en enero subió un 2,4 por ciento, lo que tendría que ver con las fiestas y regalos.

Por otra parte, el Concello ha acelerado el despliegue de los nuevos contenedores marrones, de basura orgánica. Su contenido es tramitado por FCC, que la lleva a la planta de Toysal en Vigo, que a su vez al gestor final que es Compost Galicia, en el municipio ourensano de Leiro. Se trata de un gestor privado que genera compost (un tipo de abono) del tipo A, según indicaron fuentes municipales.