Guillermo Areán: “Desde el Seminario quería ser misionero, estuve 30 años en Perú”
Sacerdote vigués autor del libro “Chiclayo en el corazón”
El sacerdote Guillermo Areán (Vigo, 1933) fue párroco en distintas iglesias de Vigo y profesor de religión en los colegios Cluny y Alba, pero vivió también una etapa misionera que duró casi 30 años en Perú, en la diócesis de Chiclayo, en la que había sido obispo el actual papa León XIV. Ahora acaba de presentar un libro, “Chiclayo en el corazón” que narra aquella aventura misionera plagada de anécdotas.
¿Por qué se hizo misionero?
Ya cuando estaba estudiando en el Seminario para ser sacerdote me preguntaba si podría ser misionero. El primer grupo que hubo en el Seminario de alumnos que tenía interés en irse a misiones fue presidido por mí. Sin embargo, estuve cuatro años en parroquia hasta que me llamó el obispo, José López Ortiz, y me preguntó si me gustaría ir de misionero al Perú. Yo ya vi clara la voluntad de Dios y allá me fui.
¿Por qué faltan vocaciones?
No se puede generalizar. Yo vengo de otra realidad, Perú, donde no había ese problema. Teníamos el Seminario lleno, salía una docena de sacerdotes todos los años. Hay lugares y lugares.
¿Conoció al Papa León XIV?
Lo conocí en ocho días solo, en el año 2018. El Papa es la persona más capaz a la hora de saber escuchar y eso es muy importante. Escuchar al otro es el 75% de aceptación de esa persona. El Papa es muy respetuoso con cualquier persona que se acerca a él y da soluciones.
¿Podría contar alguna anécdota curiosa de su etapa en Perú?
Un día tenía que subir a una parte de la sierra, que estaba a 3.500 metros de altura. Pregunté quién me acompañaría para indicarme el camino y me dijeron que el caballo, que fuese a las ocho de la mañana. Yo no sabía manejar caballos y no conocía el camino. Les dije que cómo sabría yo si me llevaría a mi destino o me mandaría a freír buñuelos. Me respondieron que el caballo era muy sabio, que a mitad de trayecto se pararía a hacer sus necesidades, luego me haría una señal para volver a montar y seguiría hasta llegar a las cinco de la tarde al destino. Y así fue.
¿Se vive de forma muy distinta la fe cristina en Perú?
Estos días me hablaron de un peruano que lleva poco tiempo aquí y que estaba muy sorprendido de la diferencia que hay en cuanto a la vivencia de la religión. Le parecía que aquí somos también católicos pero “de aquella manera”. Estos días, el 18 y 19, salió en Lima una procesión internacional, que se llama “El Señor de los milagros” y en la que suelen participar dos millones de personas.
¿Por qué colaboró con Aldeas Infantiles?
Había terrorismo y eliminaban a muchas familias que daban algo de comer a los militares. Los asesinaban en la plaza del pueblo y quedaban muchos niños huérfanos. Se iban a Chiclayo a vender chucherías y a pedir por las calles.
El día 19 fue el Día de las Misiones, ¿qué mensaje daría?
Que tengamos todos conciencia de misioneros, llamados por Dios para llevar el Evangelio y el amor por Jesucristo a los demás.
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