Los geriatras bajan al 3% la mortalidad en las cirugías de cadera de los mayores
Sanidad
La Unidad de Ortogeriatría, en la que participan traumatólogos y geriatras, creó un protocolo para pacientes anticoagulados
La Unidad de Ortogeriatría del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo logró reducir de manera significativa la mortalidad intrahospitalaria de los pacientes de edad avanzada que se operan por una fractura de cadera, según afirma el geriatra del Chuvi, José Manuel Vega.
La mortalidad de estos pacientes era del 10% y desde que se creó la unidad, en la que colaboran traumatólogos y geriatras, se redujo al 3% en el área de Vigo.
Además, también se logró acortar en un 33% la estancia hospitalaria tras la cirugía, de tal forma que ahora están una media de cinco días en el hospital, con las ventajas que supone para el paciente y también para el sistema.
En estas cifras tiene mucho que ver la intervención del geriatra, que se ocupa del manejo clínico del paciente desde el minuto cero. Una vez que llega el paciente con fractura de cadera intervienen en el proceso de decisión sobre el momento ideal para realizar la intervención, se ocupan de estabilizarlo clínicamente si es necesario y se hacen cargo también del manejo clínico posterior a la cirugía. De esta forma, el traumatólogo puede centrarse en lo que es propio de su especialidad, que es la cirugía, mientras el resto de los parámetros recaen en el geriatra.
Cada vez operan a más personas mayores porque Galicia es de las zonas más envejecidas del mundo y entre las cirugías más frecuentes están las fracturas. Dentro de esto, la edad media de los pacientes que ingresan en el hospital con fractura de cadera está en los 85 años en la última década en España y también en Galicia.
Vigo es la única área con una Unidad de Ortogeriatría en la que trabajan de forma conjunto geriatras y traumatólogos. En otros hospitales se hace a través de interconsultas puntuales y el geriatra no trabaja de forma exclusiva en la unidad sino que lo compagina con la atención a sus pacientes habituales de Medicina Interna y otras especialidades. Por otro lado, la unidad viguesa creó una vía clínica para ayudar a los traumatólogos en los procesos de decisión clínica y elaboraron un protocolo con los traumatólogos y los anestesistas para el manejo de los pacientes anticoagulados. Este protocolo ha permitido que muchos pacientes entren antes en quirófano y no haya que posponer la operación.
Preguntado por si tienen en cuenta la edad a la hora de operar, señala que se guían por la edad biológica y no por la cronológica, su situación funcional y capacidad de recuperación. “El hecho de tener 90 años no significa que no pueda someterse a una cirugía de cadera y que se recupere bien para una vida satisfactoria y plena”.
El año pasado, el Chuvi operó a 523 personas mayores de 90 años, 166 de ellas en Traumatología.
Por otro lado, ante la pregunta de si envejecemos peor, cita a la OMS para señalar que a los europeos nos esperan ante de morir entre 5 y 7 años de dependencia. “Algo no estamos haciendo bien, parece que al final de la vida estamos condenados a ser dependientes”, apunta y aconseja realizar como mínimo antes de los 50 años actividad física y alimentación saludable para llegar mejor a la vejez.
José Manuel Vega fue uno de los ponentes de la jornada impulsada ayer por la asociación Asomega en el salón de actos del Cunqueiro. Fue un laboratorio de ideas sobre “cómo añadir vida a los años, y no solo años a la vida, de los más veteranos”. Expertos del Sergas, de Política Social y de la UVigo pusieron sobre la mesa las nuevas herramientas para favorecer el envejecimiento saludable. En este foro participaron el gerente del área viguesa, Javier Puente, y el director asistencial, José Manuel Olivares.
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