Los estudiantes, nuevas víctimas de la escalada sin fin del alquiler en Vigo

Los elevados precios del mercado de alquiler están provocando estampas que los profesionales de las inmobiliarias de Vigo no habían visto hasta ahora: que, a mediados de julio, apenas tengan pisos apalabrados o cerrados con sus futuros inquilinos. Así, aunque la oferta y la demanda son similares a las del verano pasado, los precios han subido, aproximadamente entre 50 y 100 euros por habitación; un coste que para muchas familias es prácticamente prohibitivo, por lo que en lugar de quedarse con los primeros pisos que encuentran, alargan su búsqueda con esperanzas de encontrar alquileres más baratos. Pero cada día que pasa la oferta decrece, por lo que no pocos tendrán que conformarse con viviendas que cuestan más de lo que estaban dispuestos a pagar en un principio.

Así lo refrenda Antonio Carballeda, gerente de la inmobiliaria Best House, que cuenta con una amplia oferta de viviendas destinadas a alquiler estudiantil, pero que este año no están encontrando inquilinos con tanta facilidad: “Tengo incluso un poco más de oferta que el año pasado, pero los precios han subido de 250 euros por habitación a 300”. Indica que, hasta hace no mucho tiempo, la oferta era mayor, “pero muchos de esos pisos se han dedicado a alquileres turísticos y demás o se han vendido”.

En la inmobiliaria Tu-ksa también notan que el mercado “se mueve un poco más lento que el año pasado”, como cuenta su gerente, Rebeca. Todo ello porque “los precios están subiendo una media de 50 o 100 euros por habitación”. Para esta profesional del sector, es inédito que a mediados de julio tenga tan pocas visitas a pisos o inmuebles apalabrados como este año. Las viviendas para estudiantes alcanzan este año techos insólitos: “de hasta 1.200 o incluso 1.500 euros ”, indica Rebeca, quien apunta que los pisos de cuatro habitaciones rondan por lo general los 900 euros y los de tres, los 800.

La zona más demandada para los universitarios es el triángulo imaginario que une Praza de España, Praza América y la zona de Torrecedeira; ya que las dos primeras están cerca de las paradas de las lanzaderas de la UVigo y la última está al lado de las facultades de Comercio e Industriales. Sin embargo, el parque inmobiliario de los pisos destinados al alquiler estudiantil está más bien envejecido, como confirma Carballeda: “Se trata de pisos de 30 años o más, viviendas grandes de 4 o 5 dormitorios que ahora ya no se hacen y con los servicios mínimos, ya que algunos ni siquiera tienen calefacción”.

A pesar de todo, “la mayoría de familias acaban aceptando estos precios con estas condiciones”, indica el gerente de Best House, ya que “quieren dejarlo todo cerrado antes de agosto” y el tiempo juega en su contra. Así, aunque la oferta se ha estancado en los últimos años y los elevados precios han frenado el mercado este mes de julio, las inmobiliarias esperan poder dar salida a estos pisos pronto, sobre todo porque la demanda sigue siendo muy alta, ya que el campus de Vigo tendrá cerca de 10.000 alumnos de nuevo este curso, muchos de ellos de fuera.

Repuntan las estafas de falsos pisos de alquiler

La temporada de verano es la favorita de los estafadores para hacer caja aprovechando la situación de los miles de estudiantes que quieren establecerse en Vigo de cara al curso escolar. De hecho, de acuerdo con fuentes judiciales, en las últimas semanas ha habido un repunte en los casos de estafa de falsos pisos de alquiler, la mayoría de ellos con los universitarios como víctimas. La estafa consiste en poner anuncios en webs conocidas y enseñar un piso para pedir una cantidad importante de dinero a modo de señal que luego los estafadores se quedan sin volver a dar señales de vida.

Las residencias de la ciudad piden hasta 800 euros mensuales por habitación

La otra opción que los estudiantes universitarios tienen sobre la mesa para vivir en Vigo durante el curso son las residencias. El problema es que, al igual que con los pisos, los precios han subido en los últimos años hasta el punto de que en algunas pueden llegar a pedir hasta 800 euros mensuales por la estancia.

La alternativa más económica es el Complejo Residencial O Castro, ubicado junto al propio campus. Allí la estancia del curso completo (10 meses) cuesta 370 euros mensuales –425 si el período es menor– más 45 de electricidad y 16,5 de consumo de agua. A mayores, la residencia cuenta con servicios extra opcionales como el de limpieza (48 euros al mes), cambio semanal de sábanas y toallas (32 euros al mes) o una conexión Premium de internet que multiplica por 6 la velocidad la conexión estándar que va incluida en el precio de la habitación (21 euros al mes).

Se trata de unos precios bastante competitivos, en especial teniendo en cuenta los que se pueden encontrar en las residencias privadas que hay en la ciudad, cuyo precio mensual oscila entre los 600 y los 800 euros más gastos. Esto es, cantidades muy difíciles de asumir para muchos estudiantes que tratan de aguantar hasta el final buscando opciones más económicas que en muchos casos no aparecen. Es por esta razón que desde las residencias aprecian que la demanda ha caído en los últimos años, a pesar de que las cifras de matriculados en el campus de Vigo continúan estables y desde la universidad no tienen previsión de que caigan a causa de la crisis demográfica, por lo menos, hasta 2030.