Derecho a Morir pide agilidad en la aplicación de la eutanasia

La plataforma Derecho a Morir Dignamente (DMD) exigirá mañana mejoras y agilidad para la aplicación de la ley de eutanasia en una concentración en la Praza do Obradoiro, en Santiago. Una de ellas será la creación de un observatorio de la muerte digna, ya aplicado en varias comunidades y que reforzará el tránsito hacia una muerte decidida por el paciente en tiempo y forma. La ley solo se aplica en cinco países europeos y tuvo en el gallego Ramón Sampedro un defensor y figura relevante. Coincidiendo con su muerte se celebrará esta concentración en la ciudad santiaguesa, que fue presentada ayer la cooperativa A Morada, en Vigo. 

La doctora Isabel Blanco, presidenta de DMD Galicia, analizó las deficiencias de este sistema sanitario y abogó por “romper el tabú de la muerte”, con mucho oscurantismo todavía en la sociedad y en el propio sistema de salud: “La realidad es que no sabemos cómo morimos”. Puso como ejemplo de buenas prácticas el caso de la viguesa Laura Fernández, que falleció por eutanasia recientemente tras sufrir un melanoma uretral grave. “Se hizo en 21 días, cuando lo normal es tener que esperar unos 65”. La ley incide en que el tiempo de espera para tramitar la eutanasia sea entre 35 y 40 días. Junto a Blanco acudió la vicepresidenta Alexandra Sanmarful y el secretario autonómico, Xosé Antón García. 

Blanco exigió una serie de mejoras al sistema autonómico, con el impulso del testamento vital como uno de los pilares fundamentales y el cual todavía no está muy extendido, con una ratio de 5 por cada 1.000 habitantes. “Estamos a la cola en España y ese escrito al final de una vida ayuda a cumplir los últimos deseos, facilita la labor de los sanitarios y produce un alivio en las familias, que los alivia de los trámites”, apuntó la doctora. Además, consideró necesario agilizar los trámites para que no se registren fallecimientos por causas naturales una ves solicitada la eutanasia: “El 37% se ha muerto esperando el día y esto aumenta el grado de sufrimiento”. 

Entre sus peticiones se encuentra también más formación para pacientes y médicos, apelando directamente al Sergas como responsable. “Tiene recursos, pero es mejorable. Para ello es necesario un registro de profesionales", apuntó Blanco, quien afirmó que algunos médicos destinan parte de su tiempo libre en realizar los trámites para la aplicación de la eutanasia y que no es suficiente la formación que atesoran: “Se encuentran pocos casos de este tipo y hay que trabajar esa relación paternalista que a veces se tiene con más recursos”. Mañana alzarán la voz por “una conquista, que es decidir nuestro final”.