El ‘corazón digital’ del Concello de Vigo: 2,5 petabytes de información

El Concello, junto al conjunto de las administraciones públicas, se encuentra inmerso en un proceso de digitalización acelerado, impulsado por la necesidad de gestionar y almacenar un volumen creciente de información. Este desafío no solo implica optimizar los recursos tecnológicos, sino también garantizar la máxima seguridad de los datos de los ciudadanos, especialmente aquellos considerados sensibles.

En el caso del Concello, todas estas necesidades se gestionan desde su Centro de Procesamiento de Datos (CPD), una infraestructura municipal que alberga los servidores informáticos y el almacenamiento de datos de la institución. El CPD cuenta con 25 servidores físicos que dan soporte a alrededor de 400 servidores virtuales, lo que permite una gestión flexible y eficiente de los recursos informáticos.

En este caso, el saber sí ocupa lugar. El Centro de Procesamiento de Datos recuerda en su aspecto a los viejos ordenadores de IBM, como una estructura de gran tamaño y color negro que contrasta con la sala blanca en la que se sitúa, una ubicación que no es pública para favorecer la seguridad de estas instalaciones en las que se almacenan datos sensibles. A diferencia de los primeros ordenadores también de gran tamaño, su capacidad de computación y almacenamiento resultaría inimaginable en aquella época.

El centro está concebido con criterios de eficiencia energética, buscando reducir al máximo el consumo de energía y favorecer la sostenibilidad. Entre sus características técnicas destacan sistemas redundantes de alimentación ininterrumpida (SAI) y un grupo electrógeno, que garantizan el funcionamiento continuo incluso en caso de fallos en el suministro eléctrico. Además, cuenta con sistemas de climatización redundante, esenciales para mantener las condiciones óptimas de temperatura y humedad en un entorno donde operan equipos críticos.

En cuanto a la capacidad de almacenamiento, el CPD dispone de aproximadamente 2,5 petabytes, equivalentes a 2,5 millones de gigabytes. Este almacenamiento está distribuido en discos de alto rendimiento para operaciones críticas y discos de archivado para datos menos frecuentemente accedidos. Además, se realizan copias de seguridad de los datos en línea en otro centro externo, así como en dispositivos extraíbles que se almacenan en una ubicación independiente, lo que garantiza la recuperación de la información en caso de incidentes.

Contar con esta capacidad de almacenamiento es clave para poder albergar todos los datos de los ciudadanos en un contexto en el que cada vez más trámites se realizan a través de la administración electrónica, desde altas en el padrón al pago de impuestos o la consulta de multas de tráfico. Todos ellos manejando datos personales.

Ciberseguridad y vigilancia para proteger los datos de los vigueses

La ciberseguridad se ha convertido en una prioridad ante el aumento de amenazas como ciberataques, que pueden comprometer la integridad de los sistemas y la privacidad de la información. Un ejemplo reciente fue el intento de ataque a la web del Concello por parte de hackers rusos, como represalia por el apoyo de España y Vigo a Ucrania, que, aunque no tuvo consecuencias, puso de manifiesto la importancia de contar con infraestructuras robustas y seguras.

En materia de ciberseguridad, el CPD está equipado con cortafuegos perimetrales e internos, sistemas de prevención y detección de intrusiones, así como sistemas de gestión de eventos e información de seguridad, entre otros. Estas herramientas permiten detectar y neutralizar posibles amenazas, protegiendo los datos y servicios del Concello.

Este centro está diseñado para cumplir con las exigencias del Esquema Nacional de Seguridad (ENS), que define los requisitos y medidas para garantizar la seguridad de la información y los servicios digitales en las administraciones públicas. El objetivo del ENS es proteger los sistemas, datos y servicios frente a posibles amenazas, asegurando la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información.

La seguridad física del centro también está asegurada mediante sistemas de detección y extinción de incendios sectorizados, así como sistemas de vigilancia y control de acceso. A esto se suma un sistema de monitorización y supervisión que permite gestionar y controlar en tiempo real el estado de los equipos y las condiciones del entorno.